Son muchas las veces que se ha leído que la política es el arte de hacer posible lo imposible. En la vernácula, tenemos un variopinto de ejemplos para confirmar la mencionada definición. Los ejecutores del sistema nuestro son merecedores de muchos premios, especialmente en actuación. Manejan al dedillo encuentros que a primera instancia parecen fortuitos, saben encandilar sus tropas y a la vez bajar a territorio de Antártida, lo que en un momento alcanzó el famoso punto de ebullición. Esta época de Navidad y fin de año los tiene muy de la mano del Creador, una vía por la que se cuelan sus intenciones. “La política compai, la política compai”.

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