Dice un refrán que desde que se inventaron las excusas nadie queda mal. En el caso de los dominicanos, los tapones suelen ser la excusa más remanida a la hora de justificar una tardanza, sobre todo cuando el compromiso con el horario no entraña un riesgo de salud o una obligación de cierta importancia. Y aunque se suele insistir desde determinadas instancias en que se debiera salir más temprano de casa para evitar los mentados tapones, la gran masa de población que se mueve en transporte público no parece preocuparse demasiado por la puntualidad. Y el tapón que generan el transporte público, las guaguas voladoras y los carros de concho, también suele servir de perfecta excusa para la tardanza de los que tienen vehículo propio…

Posted in Dan de qué hablar

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas