Hay quienes creen que fue por simple curiosidad que el ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, visitó el miércoles el yate Flying Fox. Relacionan su presencia allí también porque es de los desarrolladores de un proyecto marítimo e inmobiliario en el área de Sans Soucí. Pero por lo que sea, no midió que el asunto se tornaría tan complejo, que no hay certeza de si la embarcación está retenida por órdenes del Tío Sam, algo que confunde porque de ser cierta esa versión habría que preguntarse si una medida de Biden contra Rusia es vinculante y de aplicación en Dominicana, y más cuando la Armada dio el visto bueno a la embarcación al haber cumplido con los requisitos, a saber: estándares de navegación, matrícula y bandera de un país.

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