El viernes 16 de este mes grupos de caminantes en la zona exterior del Jardín Botánico sufrieron una amarga experiencia. Varios fueron atacados por delincuentes motorizados, que los abordaban bajo amenaza, los sometían a registros y los despojaban de lo que llevaran. Ocurrió en las proximidades de la avenida de Los Próceres, frente al campus de la UNPHU. Lo que se llevan carece de valor ante el sufrimiento a que someten a sus víctimas, que impotentes sufren esa clase de abusos. Ni los caminantes en una zona siempre vigilada se salvan. Al final, no sería raro, en un país donde con frecuencia hasta oficiales militares y policías son víctimas de atracos. Nadie está a salvo.

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