En la capital no hay lugares para grandes mítines políticos. Antes los sitios predilectos eran la Plazoleta La Trinitaria, en la cabeza occidental del puente Duarte, el puente de La 17, y la Máximo Gómez con Kennedy, que decayeron por razones diversas. Pero ahora, con la manifestación de la Fuerza del Pueblo el sábado en la Plaza de la Bandera y el reto que lanzó Leonel a los demás partidos, no se puede dudar que se convierta en el espacio por excelencia para mítines políticos, con una referencia ya que Leonel dejó la vara alta y, ¡ojo!, con dos tarimas: una que daba frente a la JCE (la que cuenta votos) y otra al Ministerio de Defensa (la guardia), con lo que quizá el León quería sugerir algo.

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