Generó confusión el anuncio de Eligio Jáquez, cónsul en Nueva York, de que el Tribunal Superior Electoral tendrá presencia en esa ciudad. Hubo avisos previos de que también tendría oficinas en España y Puerto Rico. En el mundo jurídico-electoral se preguntan, en el entendido de que el TSE legalmente no puede operar en otros países, de si es cuestión de agilizar trámites burocráticos, como lo hizo en Santiago y en la UASD, por lo que surge otra interrogante, de si será eso necesario porque hasta donde se sabe ni la Suprema Corte ni el Tribunal Constitucional han dado pasos similares. Lo conveniente es que el TSE ofrezca su versión al tratarse de países extranjeros y de que implicaría un gasto presupuestario cuyo monto sería interesante conocer.

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