Es casi imposible que la totalidad de la población dominicana no esté enterada de que un huracán llamado María azotó gravemente a la isla de Puerto Rico, dejándola arruinada. Carreteras deterioradas, el servicio eléctrico colapsado, desabastecimiento generalizado y agudización de la crisis desatada por el endeudamiento ilimitado de la economía, lo que desde antes del huracán había provocado un creciente desempleo, de forma tal que familias enteras emigraron a Estados Unidos por razones de sobrevivencia. Pese a ello, unidades de vigilancia costera puertorriqueñas reportan la detención de dominicanos que intentan penetrar ilegalmente a esa isla. La aventura criolla por la migración no tiene límite. Viajar en yola a Puerto Rico ahora es una locura.

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