Salga Ud. de su casa y verá que muchos vecinos no han colocado la bandera. Coja la calle, mire para atrás para ver por si Ud. no lo ha hecho. Fíjese en los edificios y las verá escasas. En los semáforos de los cruces de calles donde en el “Mes de la Patria” (desde el nacimiento de Duarte, 26 de enero, hasta el 27 de febrero fecha de la Independencia Nacional) vendedores ambulantes se veían vendiéndolas; cualquier incrédulo dirá que es un olvido colocarlas.

Si no se venden es porque no hay demanda, y si es por olvido se debe a falta de interés. La Patria no es un interés mercurial, es una suma de valores, símbolos y fundadores y héroes a emular. Se sabe que hay valores que van quedando fuera del trayecto, si no se transmiten; símbolos como la bandera, el escudo y el himno un respeto debe invocarse o imponerse; se levanta el nombre o la imagen de cualquiera y se desconoce, no sólo a los patriotas, sino al principal fundador de la República.

La bandera que todos debemos izar o colocar tiene una simbología de valores en cuadros rojos y azules alternados, separados por una cruz blanca y en su centro el escudo, teniendo una cinta azul encima con la leyenda “Dios, Patria y Libertad”; el azul expresa el cielo que otorga Dios a la Patria; el bermellón la sangre de los patriotas; el blanco equivale a la paz entre todos.
Su diseño corresponde a Juan Pablo Duarte y los trinitarios; la confección a María Trinidad Sánchez y Concepción Bona. Al Ud. colocarla, el azul debe quedar al lado izquierdo de frente a ella; asegúrese de su buen estado; no puede arrastrarse por el suelo.
Cuando es izada y arriada debe rendírsele tributo deteniendo el caminar y descubrirse la cabeza si lleva gorra, sombrero u otro.

Se instituyó por la la ley 6085 del 22 de octubre de 1962 (Gaceta Oficial 8707 del 3 de noviembre de 1962) el 27 de febrero como su día. Esta Ley sustituye otra de 1938, donde Trujillo lo fijó el día de su cumpleaños.

Es inexplicable la carencia de actividades conmemorativas en el “Mes de la Patria”. Se deben organizar eventos atractivos para la juventud e involucrar a las escuelas, colegios y universidades; siempre es apropiado que historiadores e intelectuales hablen de la Patria, sus héroes, La Trinitaria. Celebrar concursos de obras, sean libros históricos o de poesía, teatro, canciones, etc.

Se escuchan frecuentemente quejas por comportamientos irrespetuosos de extranjeros, los cuales son inaceptables. Empero, nos corresponde a los dominicanos respetarla y hacerla respetar.

Es un irrespeto mover el día del aniversario de Juan Pablo Duarte, Padre Fundador junto a Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez, como ocurrió este año, porque lo dice la Ley. Defendamos las fechas más emblemáticas de la Patria, 26 de enero, 27 de febrero y 16 de agosto; estas dos últimas no son movibles. Aprendamos de la Iglesia Católica que, haciendo valer el Concordato, no hay quien toque el 6 de enero (Reyes), 21 de enero (La Altagracia, Viernes Santo, Jueves Corpus, 24 de septiembre (Las Mercedes) y 25 de diciembre.

La Patria somos todos y la adornan valores, representados en sus símbolos y sus héroes.

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