No hace mucho, en agosto pasado, este diario denunció vicios y desperfectos graves en algunas áreas de la entonces recién reconstruida maternidad de Los Mina. Aquella vez gente de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE) y del mismo ministerio de Salud descalificaron la versión y en el menor de los casos la minimizaron, casi burlonamente.
Ahora, la Asociación Nacional de Enfermería (Asonaen) ha revelado vicios de construcción en la infraestructura, que van desde fallas en el suministro de agua hasta el desbordamiento de heces fecales que corren por los pasillos.
La queja es muy concreta: “Se han explotado tuberías, derribado plafones y puertas y los baños no tienen muros de contención, por lo que cada vez que las parturientas se bañan, el agua sale a los pasillos y a otras áreas. Lo mismo sucede en la nueva lavandería, que no tiene desagüe”.
A partir de las 6:00 de la tarde no hay agua, y el personal médico y de enfermería debe lavarse las manos con solución salina y lavar los instrumentos de cirugía en un tanque. Tampoco ha sido abierta la nueva cocina, y la comida es suplida por los Comedores Económicos, sin garantía de calidad de acuerdo a los estándares hospitalarios.
Hay problemas en el cableado eléctrico en las áreas de farmacia y los lockers de cirugía dan corrientazos. Además, el ambiente es
inaguantable cuando se va la luz. La ventilación es un desastre, lo que se agrava en el área de cuidados intensivos.
La situación es tal que las enfermeras planean un paro de cuatro horas hoy.
Ya no es elCaribe que se aventuró a enumerar los defectos en esa infraestructura poco después de entregada. Ahora son las enfermeras quienes documentan el drama. Esta es una de las “realizaciones” de la famosa OISOE. Una obra que costó la friolera de RD$392 millones, 912 mil 149.31 salidos de los bolsillos de los contribuyentes.
Eso no debe ser.