El fallecimiento del científico y genetista dominicano Federico Cuevas Pérez, priva al sector agrícola dominicano, principalmente al segmento arrocero, de un gran contribuyente a su desarrollo.
Cuevas Pérez murió el pasado martes en la ciudad de Houston, Texas, Estados Unidos, tras sufrir un infarto una semana antes de su fallecimiento.

Aunque vivía en Houston viajaba cada 15 días a República Dominicana, para ejercer la función de encargado de BIOARROZ (antigua Estación de Juma), en el Laboratorio Experimental del Arroz Yin Tieh Hsieh Hsu, en la localidad de Juma, Bonao.

Desarrolló dos nuevas variedades de arroz en el país, de las cuales fueron liberadas durante los años 2018 y 2019, las denominadas Juma 68-18 y LRC Juma 69-20. El Ministerio de Agricultura dijo que Cuevas Pérez dejó en cartera 10 nuevas variedades en desarrollo que entrarían en vigencia en un corto plazo, todas con un alto potencial de rendimiento y productividad del cultivo de arroz.

“Su pérdida es irreparable, ya que con su trabajo contribuyó al desarrollo del sector arrocero y a la agropecuaria nacional”, dijo el ministro de Agricultura, Osmar Benítez.

El doctor Federico Cuevas Pérez nació en San Cristóbal, República Dominicana el 5 de abril del año 1952. Estaba casado con la señora Ramona Peña, con quien procreó tres hijos: Federico Carlos (fallecido), Cipriana y Luis.

Su educación agrícola inicial la obtuvo en el Instituto Superior de Agricultura (ISA) en Santiago, y en la Universidad de Puerto Rico obtuvo una licenciatura en Agronomía y una Maestría en Fito Mejoramiento.

Obtuvo su Doctorado en Genética en 1981 en la Universidad Estatal de Oregón, Estados Unidos, con un PhD y una disertación sobre arroz que implica el trabajo en el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI) en Filipinas. Antes de unirse al Ministerio de Agricultura ocupó cargos en el International Rice Research Institute (IRRI), Instituto Superior de Agricultura (CIAT) y Rice Tec.

Sirvió como científico de enlace para América Latina y el IRRI, coordinó por siete años el Programa de Evaluación Internacional del Arroz para América Latina, en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en Cali, Colombia. Su hoja de vida y de servicios refleja una gran contribución a la investigación agrícola, actividad en la que República Dominicana tiene mucho por recorrer. Paz a su alma.

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