Miriam Germán sobre relevo de Juan Medina: no es un juicio disciplinario
Miriam Germán sobre relevo de Juan Medina: no es un juicio disciplinario

La carta que el 21 de este mes dirigió la procuradora Miriam Germán Brito a sus procuradores adjuntos, es una pieza de antología que se explica por sí misma por su claro objetivo y destinatarios específicos, a los que no menciona por sus nombres.

Aunque podría, sin embargo, prestarse a múltiples interpretaciones, hay un ángulo que la magistrada subraya al menos en ocho ocasiones, que de cara a la institucionalidad de nuestro sistema de justicia no se debiera soslayar.

Nos referimos a su persistencia, casi machacona, en la necesidad de preservar y respetar “la legalidad y la imparcialidad para mantener la integridad del sistema de justicia” así como “mantener la confianza en el sistema de justicia en su totalidad” y que se entienda que el trabajo del Ministerio Público es, ante todo, “defender los intereses de la sociedad”.

En esa misma tesitura van sus objeciones a los que denomina “juicios paralelos” que se generan cuando el Ministerio Público se comporta como si tuviese “un interés actual y directo en el desenlace del caso” y cuando se continúa “el litigio por los medios, así como en otras esferas distintas a los tribunales”.

“La población y la toma de los medios de comunicación para continuar el proceso por otras vías, pero contra los jueces, no son más que municiones para aquellos que no quieren una administración y auxilio de la justicia fuerte e independiente”, expone Miriam Germán, un punto que elCaribe saluda porque ha editorializado para que se despoje a los expedientes de la propensión a la espectacularidad.

Es una mala práctica con la que se pisotean derechos elementales de los detenidos y se crea una presión mediática a los jueces, que se ven arrinconados por la corriente de opinión previa.

Ojalá que la misiva de la magistrada también sirva para persuadir a sus adjuntos de que la tarea judicial tiene que poner el acento en principios básicos como la presunción de inocencia, el cumplimiento del debido proceso y el respeto escrupuloso de la dignidad de las personas investigadas.

Aplausos para la magistrada, porque con su contundente mensaje se yergue como la cabeza del Ministerio Público al solicitar a sus adjuntos que permanezcan al servicio de la sociedad y de la administración de justicia y, más explícita no podía ser, que no utilicen vías distintas a los procesos judiciales para hacer valer sus reclamos.

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