Legisladores piden garantizar seguridad a personal diplomático en Haití
Legisladores piden garantizar seguridad a personal diplomático en Haití

Con el plazo para finalizar la legislatura encima, que se cumplió el pasado viernes, y por la probabilidad de que no hubiera prórroga porque la campaña para las municipales está en sus buenas, senadores y diputados hicieron un festín de resoluciones y leyes, algunas por el riesgo de que perimieran, y otras puntuales de interés del Ejecutivo.

Las esperanzas de mayor productividad se desvanecen a partir del próximo 27 de febrero, última legislatura del período 2020-2024, porque atraviesa medio a medio la campaña para las congresuales y presidenciales, a la que se entregarían en cuerpo y alma.

Una pena que ocurra así, con el “maltrato” a algunas piezas; pero es la norma, pese a existir una Agenda Legislativa Priorizada, y a que el partido de Gobierno ostenta la mayoría en ambas cámaras.
Incluso, no habría lugar a prisa pues en sentido general el Ejecutivo ha tenido una relación en lo fundamental armoniosa con el Congreso Nacional.

Versiones de prensa dieron cuenta de que al echarse las palomas los diputados aprobaron por paquetes más de 40 resoluciones y proyectos de leyes, que abarcan contratos de gran calibre, y la mayoría de los préstamos que interesaban al Palacio Nacional.

Quizá por esa premura es el anuncio de que el presidente de la República retiraría el proyecto de Tasa Cero para liberar de impuestos a productos de la canasta básica en caso de emergencias, el que fue fieramente objetado por legisladores opositores.

Negativo y mal ejemplo, evidencia de que se improvisa y no se trabaja sobre la base de un orden en el que prime el interés de impulsar piezas que necesariamente beneficien a todos los habitantes de la República Dominicana, no a intereses sectoriales.

Así, la llamada Agenda Legislativa Priorizada termina por convertirse en letra muerta y se hace rutinaria la convocatoria de legislaturas extraordinarias, como aconteció dos veces el año anterior.

No sobra recordarles a los presidentes de la Cámara Baja y del Senado, que independientemente de la campaña electoral y de que entran al final del período para el que fueron electos, debieran poner mayor empeño y ser más diligentes con los proyectos, no solo los de interés de “su” gobierno, sino de aquellos que garanticen mejores condiciones de vida para todos los ciudadanos.

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