La sentencia del Tribunal Superior Electoral (TSE) mediante la cual derrumba un paquete de medidas de las autoridades del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), adoptadas el año pasado por resoluciones de la Comisión Política y el Comité Ejecutivo Nacional, que dieron lugar a la celebración de la Trigésimo Cuarta (XXXIV) Convención Nacional Extraordinaria y a los actos que de la misma se derivaron, lleva a esa formación a un escenario inesperado.

Esa sentencia tendrá su impacto en ese partido y naturalmente en las demás organizaciones.

Las decisiones de los tribunales siempre serán objeto de interpretaciones. Las leyes, orientadas a un fin, igual quedan sometidas a las percepciones de los jueces. Por eso surgió el procedimiento ya instituido mediante la práctica del voto disidente, como expresión diferenciadora ante una decisión de mayoría o del tribunal mismo como institución.

Al margen de los alcances específicos de dicha sentencia, el TSE reafirma un proceder orientado a alcanzar un reposicionamiento. También envía mensajes muy específicos acerca de cómo deben agotarse los procesos internos en los partidos.

En el caso, lo que sugiere el tribunal es que las decisiones del año pasado de las autoridades perredeístas no se llevaron según los principios sustentados por el Tribunal Constitucional, que mediante sentencia TC/0231/13, señala que “la vida interna de los partidos, agrupaciones y movimientos políticos tiene que discurrir con sujeción a los principios establecidos por la Constitución de la República y con estricto apego a las leyes adjetivas como forma de garantizar la necesaria seguridad jurídica, la cual produce certeza, que debe traducirse en el establecimiento de un ambiente de confianza plena y en el imperio de relaciones armónicas y de respeto entre los integrantes de estas organizaciones, sus dirigencias y las instituciones del Estado”.

Igual habría que considerar el artículo 216 de la Constitución de la República, el cual los políticos suelen validar sólo en la medida en que conviene a la singular circunstancia que los afecta.

El TSE manda a las autoridades del PRD a ajustar sus resoluciones a las normas fundamentales, lo que resulta válido para esa entidad como para el resto de los partidos. De eso se trata.

El TSE marca también una raya respecto a sus predecesores…

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