Una alianza esperanzadora

El Gobierno y la sociedad civil han acordado una alianza fundamental, para un propósito trascendental, reducir mortalidad materno- infantil.

El Gobierno y la sociedad civil han acordado una alianza fundamental, para un propósito trascendental, reducir mortalidad materno- infantil.

Ayer el Ministerio de Salud Pública, el Servicio Nacional de Salud (SNS) y un grupo de organizaciones médicas, académicas, sindicales, religiosas, comunitarias y empresariales se comprometieron a unir esfuerzos para reducir la tasa de mortalidad materna de 104 a 70 por 100 mil nacidos vivos de cara al año 2030.

Definida como la Alianza Nacional para la Aceleración de la Reducción de la Mortalidad Materna e Infantil, el acuerdo incluye la realización de una campaña educativa en los medios de comunicación, captar a las mujeres embarazadas para el seguimiento y atención médica oportuna y el lanzamiento de la aplicación “Mi bebé, mi vida”. Con esa aplicación las gestantes recibirán en sus celulares consejos de nutrición, alertas de salud y qué hacer y dónde acudir en caso de emergencia.

El acto masivo fue realizado en el Palacio de los Deportes con la presencia de la Vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, los ministros de Economía, Planificación y Desarrollo y de la Mujer y representantes de organismos de cooperación internacional, el director del SNS, Chanel Rosa Chupany.

Como reconoció en el acto el director ejecutivo del SNS, se trata de un gran desafío que debe contar con el concurso de todos los sectores de la sociedad que, en lo adelante, deberán asumir su cuota de responsabilidad para reducir los riesgos y desigualdades sociales que enfrentan las mujeres durante la maternidad.

La alianza implica asumir un compromiso de aplicar acciones específicas para lograr la meta país de reducir la mortalidad infantil a 18 por cada mil nacidos vivos y la neonatal a 12 por mil nacidos vivos.

Como se trata de una meta para reducir muertes maternas e infantiles, lograr esos objetivos debe ser más que propósitos, los entes involucrados deben la misión como retos, compromisos por salvar vidas, que en definitiva es de lo que se trata.

Por el calibre de las instituciones involucradas, públicas y privadas, la iniciativa debe ser vista, y esperada por la sociedad, como el principio del fin de las altas tasas de mortalidad materna-infantil, una realidad que apena y hasta avergüenza.

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