“No podemos seguir coexistiendo con el hambre, el sobrepeso y la desnutrición crónica infantil. No sólo porque es una injusticia, sino porque no podemos darnos ese lujo”.
La expresión la dijo la vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Muñoz durante la Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que reunió a los ministros de Agricultura de América Latina y el Caribe en un encuentro concebido para impulsar una gran transformación. La conferencia busca establecer una hoja de ruta hacia una agricultura sostenible y resiliente al clima, sociedades rurales prósperas y un sistema alimentario que garantice alimentos saludables para todos. El evento tuvo su sede en Nicaragua, y la participación de los ministros fue virtual desde sus países, por el tema del COVID-19. La conferencia comenzó ayer su segunda jornada y contó con la participación de más de 2,700 personas en la agenda de trabajo que la FAO ha presentado a sus estados miembros.

Limber Cruz López, ministro dominicano de Agricultura, señaló en el evento que “hay que aprovechar la era digital y unir gobiernos, agricultores, sector privado, mercados y el mundo científico. Tenemos que poner atención a las alianzas público-privadas”.

El representante Regional de la FAO, Julio Berdegué, señaló que el proceso identificó tres preocupaciones ampliamente compartidas. “Debemos avanzar hacia sistemas agro-alimentarios que provean alimentos saludables y nutritivos a todos, transitar hacia una ruralidad próspera e inclusiva, sin pobreza y con oportunidades, y asegurar la sostenibilidad ambiental y la mitigación, adaptación y resiliencia climática”.

El razonamiento del principal ejecutivo regional de la FAO, aunque pudiera ser un poco idílico, es una meta que debe comprometer a todos los hacedores de políticas públicas en el sector agroalimentario de la región.

El Primer Ministro de Haití, Joseph Jouthe, dijo durante el evento que se requieren urgentemente recursos adicionales a nivel regional, “que se pueden movilizar a través del Programa de Cooperación Técnica de la FAO, a fin de atender las crecientes necesidades de los Estados”, golpeados por la pandemia.

Ojalá que de la reunión salga un compromiso orgánico que posibilite adoptar medidas que permitan fortalecer el sector productor de alimentos de origen agropecuario, en momentos en que la lucha contra la desnutrición ha sufrido un duro revés a consecuencia de la pandemia, según un informe reciente de la propia FAO.

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