Con un ciclón rozando la costa este del país, Fiona, cargado de las fuerzas demoniacas de vientos de huracán y lluvias con vaticinios de diluvio, en territorio turístico cargado de construcciones deleznables y el convencimiento criollo de que “na e na” y que la carga se arregla en el camino.

La pobre “ingeniería” popular se permite violar hasta las leyes naturales y principios del equilibrio, con sus nefastas y dolorosas consecuencias.

La carga de viento, fuerza que se hace astronómica en un disturbio tipo ciclón, pone en apuros cualquier estructura en la que no se haya tenido en cuenta.

El alterar los perfiles del terreno, crean en ocasiones obstáculos que el agua se encarga de arrastrar, en condiciones extremas.

Este es tiempo de incertidumbres frente a las fuerzas descomunales de una naturaleza desenfrenada y rabiosa, mientras, la impotencia de tratar de disminuir daños materiales y esforzarse en ahorrar vidas.

La isla de la Hispaniola se encuentra en plena ruta de los huracanes, como lo muestra el registro de estos fenómenos naturales. El 12 de septiembre de 1615 el huracán de San Leoncio, azotó la isla, siendo el más dañino desde 1575.

Es muy probable que nuestros ancestros, los primeros pobladores de la Isla de Santo Domingo, conocieran mucho más que los españoles que la dominaron a partir del choque transcultural del 1492, acerca de esos disturbios anuales, trasmitidos verbalmente porque no tenían conocimiento de la escritura, pero poseedores de una rica cultura, desperdiciada por la arrogante codicia del conquistador español y en nombre de la cristiandad. Probablemente podían identificar señales de la naturaleza que los invasores no sabían interpretar.

La palabra huracán procede de nuestros tainos. Aunque con pobres registros se tiene conciencia de decenas de fenómenos de este tipo que impactaron el territorio en la llamada temporada ciclónica, durante siglos en los que no había registros y lo importante era sobrevivir.

En 1899, el 9 de agosto para ser precisos, San Ciriaco azotó con fuerza de categoría 3, el noroeste de la isla, la región norte incluyendo Puerto Plata.

San Cirilo ocurre el 7 de julio de 1901 con una trayectoria que afectó a Puerto Rico y causó enormes inundaciones en Dominicana.

San Zenón, de categoría 2, el 29 de agosto de 1930. Más de 2000 muertos se contabilizaron tras su paso, que prácticamente destruyó a Santo Domingo.

Casi cada año hay una marca en el calendario de ciclones señalando una amenaza, un paso cercano, un roce o un impacto frontal.

Las tormentas Noel y Olga, en el 2007 fueron dos fenómenos atípicos por ocurrir la primera a fines de octubre y la otra casi a mediados de diciembre.

Al momento de escribir estas líneas Fiona se encuentra azotando la zona suroeste de Puerto Rico y a más de las inundaciones que se reportan, no se ha dado cuenta de la magnitud de los daños a la hermana isla, que aún tiene vivas las heridas del huracán María del 16 de septiembre del 2017.

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas