La Asociación de Profesionales del Cine (Adocine) es una entidad que organiza todos los años los prestigiosos Premios La Silla, cuya finalidad es destacar y celebrar la excelencia en la industria cinematográfica de la República Dominicana, reconociendo el talento y el esfuerzo de los profesionales del cine en diversas categorías.

El próximo 19 de junio se realizará en la Cinemateca Dominicana la versión número 10 de esa importante premiación. En esta semana se realizó un acto donde fueron anunciados los 125 nominados en las 25 categorías de los premios. De manera particular, quiero expresar mi profundo agradecimiento a Adocine y Premios La Silla por haber tomado en consideración nuestro documental “La Industria en RD (1962-2022)”, para se nominado en el renglón de “Mejor documental del año”. Es una decisión que nos honra y sirve de estímulo a nuestro equipo de trabajo para continuar sembrando valores en el cine dominicano.

El documental “La industria en RD (1962-2022)” es una producción de Señales TV con el apoyo de la Asociación de Industria de la República Dominicana (AIRD). En ella se resaltan, con muchas imágenes de la época, documentos, cifras y testimonios, el gran papel que ha jugado el sector industrial en el proceso de desarrollo y consolidación de la economía dominicana, desde la caída de la dictadura trujillista hasta nuestros días.

Durante el acto de anuncio de los nominados a Premios La Silla 2024, el presidente de Adocine, Hans García, resaltó la importancia de esta décima edición y afirmó: “La industria cinematográfica dominicana es joven, falta mucho por ver de esta pujante y creciente maquinaria cultural y económica que mueve miles de empleos formales, que capacita a cientos de jóvenes profesionales, una industria que promueve el país como destino turístico y cultural, entre otros grandes beneficios que deja para el país”.

Y el presidente de Adocine tiene toda la razón. El cine dominicano ha logrado desarrollarse de forma amplia y con excelentes resultados a partir de la promulgación e implementación de la Ley de Cine 108-10, la cual se ha convertido en la columna de apoyo principal para la consolidación y ampliación de la industria del cine en el país y para hacer de de la nación dominicana un destino importante para la filmación de series, documentales y películas de productores y personalidades del mundo del cine, con todos los beneficios económicos y de imagen que eso trae consigo.

En los 13 años de funcionamiento de la Ley de Cine, esa industria ha aportado grandes beneficios económicos directos al Estado, ha servido para preparar a una gran cantidad de profesionales dominicanos en ese sector y ha permitido producir y proyectar una cantidad considerable de películas, muchas de las cuales han ganado importantes premios internacionales y han llevado mucho público a las salas de cine.

El cine dominicano ha sido muy beneficioso para el país en todo los órdenes. De acuerdo a cifras oficiales proporcionadas por la Dirección General de Cine (DGCine), hasta el año 2023 el cine ha aportado a la economía dominicana en general, más de 12 mil millones de pesos. Si a eso le restamos el monto dado como exenciones y créditos fiscales, que es de aproximadamente unos 7 mil millones, queda un saldo positivo para la economía dominicana de más de 5 mil millones de pesos.

Es decir que la Ley de Cine, en sus trece años de existencia, le ha dado un beneficio neto al país de más de 5 mil millones de pesos. Y si a eso le agregamos que ha generado más de 6 mil empleos directos y más de 10 mil indirectos, que ha traído más de 10 mil millones de dólares en inversión extranjera y que ha consolidado la imagen de marca-país, podemos concluir que la Ley de Cine ha sido de gran beneficio para el Gobierno, para el país y para toda la población.

La DGCine informó que solo en el año 2023, nuestra industria cinematográfica movilizó 10,197 millones en nuestra economía, a través de 120 producciones, de las cuales 75 fueron nacionales y 45 extranjeras. De estas producciones, solo 12 se beneficiaron del incentivo del crédito fiscal. Este impacto se tradujo en un impulso positivo para sectores como alimentos y bebidas, hostelería, transporte, construcción y pequeñas y medianas empresas.

El cine dominicano es una realidad, tiene calidad y profesionalidad, ha generado un enorme aporte a la economía nacional y ha consolidado la marca país. Por todo eso debemos cuidar y defender la industria cinematográfica nacional y evitar que la reforma fiscal frene su desarrollo y expansión.

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