Si revisamos los distintos letreros publicitarios que abundan en las calles, avenidas e incluso instituciones públicas y privadas, notaremos que las faltas ortográficas se hacen presentes en muchos casos.
Recuerdo que un amigo decía, la manera en cómo se desenvuelve el tránsito de una ciudad dice mucho de su desarrollo social y también el comportamiento ciudadano. Utilizando este ejemplo, diría que los letreros de una ciudad, nos dan una idea de cómo anda la calidad educativa de ésta.

Pero hago ahínco en casos imperdonables, por ejemplo, el de instituciones, que tienen los recursos para validar con criterio si algo está mal o bien escrito y no permitir que estampen sus puertas y paredes con grafías mal escritas o desactualizadas.

Es cierto que muchos publicistas juegan con las palabras como estrategia para llamar la atención sobre algún determinado producto o tema en cuestión, pero en otros casos, quien diseña, quien escribe, quien hace el arte, no repara en la importancia de escribir correctamente las palabras y sobre todo… actualizarse.

Ante el preámbulo, paso a contarles que los casos que más se repiten en las calles que he transitado y las instituciones que he visitado, son los concernientes al mal uso de los prefijos, sobre los cuales escribí hace ya meses, pero como decía allí, la norma de los mismos es amplia y tiende a confundir.

Quise escribir sobre la publicidad y la ortografía, porque hace poco pasé por una institución que está en una avenida muy importante: la Tiradentes. Allí en su puerta aparece la palabra “Auto servicio”, con su prefijo separado de la palabra base, cuando lo que procede, según la norma, es escribir “Autoservicio”, como autocorrector, autobiografía, etc.

Lo mismo pasa en el caso de cargos que llevan el prefijo “sub”. Los he visto en puertas de oficina separado con guion de la palabra base, como “sub-director” o “sub-directora”, cuando lo correcto es “subdirector” o “subdirectora”.

En el caso del guion que se utiliza en los prefijos para separar, solo aplica cuando la palabra que lo precede empieza en mayúscula, ya lo había escrito, pero es bueno refrescar al respecto. Un ejemplo, puede ser, anti-ONU.

Decirles, finalmente, que un arte publicitario necesita casi siempre un texto que le acompañe que esté bien escrito, a menos que haya una estrategia de llamar la atención, es decir, mi intención es dejarles saber que no basta con ser buen publicista o creativo, si no se tiene conocimiento de las normas ortográficas.
¡Gracias por leerme!

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