El presidente Luis Abinader el pasado domingo 19 rompió el librito que ha dado resultados a los presidentes reeleccionistas. Todos prefieren esperar hasta el último momento para hablar del tema, pero Abinader lo hizo con un año y 11 meses de anticipación. Su discurso fue reeleccionista y la gente cogió la seña.
El balance de la primera semana fue negativo, no porque lo diga la oposición, pues la oposición es eso, oposición y que lo critique todo no sorprende a nadie, pero sí hay críticas que se han escuchado y leído que deben preocupar al equipo de gobierno. Un dato interesante fue el que aportó el analista de redes sociales, Pavel de Camps, sobre la arenga: no mires pa atrás.
“El sentimiento del hashtag NoMirePaTra fue más negativo (37%) que positivo (10%)”. Varios cercanos colaboradores del presidente como el consultor jurídico, Antoliano Peralta y el ministro administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, negaron el arranque de la reelección. La pasada semana tampoco fue seguida por actividades que indiquen la continuidad del plan reeleccionistas más allá de las maratónicas jornadas de trabajo en las provincias que desarrolla el presidente Abinader.
Dos cosas pueden haber ocurrido que llevaran al equipo estratégico del mandatario a dar el grito de reelección con tanta anticipación. Una especie de globo de ensayo para calibrar la reacción de la gente. Si ese fue el caso ya se vio que la estrategia no resultó apropiada, pues ese tipo de información se puede obtener mediante encuestas cualitativas, sin exponer a Abinader.
El segundo punto podría estar dirigido a frenar los comentarios que eran cada vez más recurrentes en sectores políticos, empresariales y grupos diversos, de que supuestamente el gobernante no se presentaría a la reelección.
Esa idea volvió locos a más de tres en el PRM que, con encuestas a mano unos y otros con otras estrategias, llegaron a niveles de excitación asombrosos por la candidatura del PRM para el 2024. Lo que fuera que incidiera para el dar el grito de reelección tan temprano, ahora tiene al presidente bajo el ataque de la oposición, especialmente de Leonel que se ha tomado a pecho el discurso de Abinader.
