La propuesta de reforma constitucional para poner “candados” a la Constitución que ha planteado el presidente Luis Abinader luce complicada en el camino. Resulta que los juristas más reputados en el país coinciden en que para modificar los requisitos para el procedimiento de reforma constitucional se requiere de un referendo aprobatorio.
No parece que esté en el ánimo del Gobierno ni de la sociedad en sentido general someter al país al estrés que generaría un evento político de esa magnitud. Los problemas van más allá. Todavía el Congreso no ha aprobado la ley de referendo que manda el artículo 272 de la Constitución.
El hecho involucraría además a la JCE que tiene el mandato constitucional de hacer un referendo cuando la reforme verse sobre los temas establecidos en el citado artículo. “Artículo 272.- Referendo aprobatorio. Cuando la reforma verse sobre derechos, garantías fundamentales y deberes, el ordenamiento territorial y municipal, el régimen de nacionalidad, ciudadanía y extranjería, el régimen de la moneda, y sobre los procedimientos de reforma instituidos en esta Constitución, requerirá de la ratificación de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas con derecho electoral, en referendo aprobatorio convocado al efecto por la Junta Central Electoral, una vez votada y aprobada por la Asamblea Revisora”.
El meollo del asunto no estaría en quién gana el sí o el no, pues no me parece que ninguno de los políticos se oponga a establecer mayor rigidez a la Ley Sustantiva, el riesgo de una derrota política para el presidente Abinader estaría en tener que admitir que Leonel Fernández tenía razón cuando planteó que una reforma requeriría de un plebiscito aprobatorio.
A la propuesta, que luce bien intencionada del presidente de modificar la Constitución desde que arrancó su gobierno en 2020, da la impresión de que le falta una buena justificación para convocar la Asamblea Revisora, además de presentar las alternativas de cambio a lo que se considera es mejorable en la Carta Magna, especialmente en los temas que ha planteado el presidente, el Ministerio Público independiente y el blindaje de la Constitución. El norte no está claro.