Es evidente que parte de la dirigencia clave de la Fuerza Nacional Progresista se siente cómoda con Luis Abinader, sobre todo porque hasta cierto punto, medidas migratorias están en consonancia con los planteamientos de la organización. Para el presidente Abinader sería un golpe de gran efecto político si logra conquistar el apoyo formal de Los Vincho para el 2024.

Para la familia Castillo sería un reto armonizar un acuerdo con el PRM, problema que no tendría con la FP, espacio en el que nadie les haría resistencia, ni los trataría con reserva. Leonel Fernández ha caminado junto a los Vincho toda su participación política desde que fue candidato vicepresidencial con Juan Bosch para las elecciones del 1994, y don Vincho Castillo se postuló a la senaduría de la capital en alianza PLD-FNP.

La familia Castillo ha sido defensora de Fernández en los peores momentos de su carrera política, cuando fue objeto de campaña sucia por sus propios compañeros mientras estuvo en el PLD.

En sus gobiernos, también tuvieron gran influencia, estaban en el poder, que no es lo mismo que estar en el gobierno. Una alianza con el PRM, aunque ese partido retenga el poder en el 2024, no parecería que lo conduzca a un contexto de influencia la que tuvieron y tendrían si Fernández gana el poder.

Si los Castillos hacen un acuerdo con Abinader-PRM será un golpe para Fernández, pues electoralmente estaría perdiendo los aliados más fieles. Aunque no se percibe que eso implique que la FP tendrá en contra a ese grupo, y no es lo mismo tenerlos en contra que neutralizados, aunque no sean aliados. Fernández ha mostrado gran respeto y agradecimiento por los Castillo, incluso, cuando algún tema genera ruidos en esa relación, el expresidente se ha ocupado de aclararlo con rapidez. El tiempo dirá lo que hará ese influyente grupo político. La decisión es difícil.

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