A estas Alturas de la campaña electoral lo que hay es una guerra de relatos en los distintos proyectos. Ante la ausencia, hasta sospechosa, de publicación de encuestas de referencia sobre el posicionamiento de los aspirantes para las elecciones del 2024, se impone la guerra de narrativas de tres.
El oficialismo apuesta a construir la narrativa, no solo que gana sino que barre, en la primera vuelta del 2024. La FP y Leonel Fernández que están en un sólido segundo lugar y que compite por el primer puesto con el PRM; mientras que el PLD se sacudió y afirma, no solo que está en segundo lugar, sino que es un partido más fuerte que el PRM, principal partido por haber ganado mayoría en todos los cargos de elección popular.
¿Qué indica la lógica? Que el PRM, por ser el partido oficial, con solo dos años en el poder, no tiene división interna y su líder, el presidente Luis Abinader, goza de simpatía en la población, es el principal partido y a juzgar por los ataques que recibe de la FP y el PLD, debe estar en amplia ventaja, no sé si para ganar en primera vuelta.
Sobre la FP, tres indicadores dicen que está en la segunda posición. Primero, se nota el crecimiento porque constantemente salen dirigentes y legisladores del PLD y van a ese partido, sin contar con la dirigencia media y de base que renuncia de la sigla morada para refugiarse en las verdes. El segundo indicador son los ataques recientes del secretario general del PLD contra el líder de la organización, pues se sabe que no se pierde tiempo, energía y recursos en quien no es un problema para lograr el objetivo.
El tercer punto que indica que Leonel y su partido están en la segunda posición son los ataques del presidente Abinader, primero con lo relativo a la búsqueda en Google y recientemente, en su discurso en el acto del PRM, cuando le dijo que “su tiempo ya pasó” y que “dejemos a otros el egoísmo de pensar que somos imprescindibles”.
El sentido común indica que si la FP recibe ataques del PRM y del PLD, por algo será. Sobre el PLD los hechos inducen a que está en tercer lugar, pero eso no significa que no se pueda recuperar a partir de la elección de la candidatura. También se puede deprimir más porque ninguno de sus aspirantes supera la marca en posicionamiento.
