En diez años de funcionamiento, el Tribunal Constitucional es una de las instituciones más jóvenes del país, sin embargo, es de las que tienen mayor prestigio y respeto ciudadano. Bajo el liderazgo del magistrado Milton Ray Guevara, se ha convertido en un modelo de gestión que abarca desde la jurisprudencia sobre los derechos fundamentales con más de 6 mil sentencias y se extiende a la promoción de la Constitución como el hilo conductor del consenso y la convivencia social en paz y felicidad.
La impronta del TC también se siente en la promoción de la cultura, reconoce el deporte y además de proteger el medioambiente con varias sentencias, realiza jornadas de reforestación.
Pero el órgano también se siente en la escena internacional. Recientemente, el presidente de la corte, participó en el V Congreso de la Conferencia Mundial de Justicia Constitucional, que se realizó en Bali, Indonesia. En ese escenario, el Tribunal Constitucional de la República Dominicana fue escogido por segundo periodo consecutivo como representante de las Américas ante el buró de ese órgano. El magistrado Milton Ray Guevara fue escogido por aclamación de sus pares presentes en el cónclave.
El presidente del Tribunal Constitucional de España, Pedro González-Trevijano Sánchez, ha elogiado al TC dominicano. Además, varias sentencias, del TC forman parte de un banco de datos de sentencias que son referencia mundial por su calidad y los temas que tratan. Es decir, el TC, con tan solo diez años, por los espacios que ha ido conquistando en la escena internacional, también es marca país.
Aquí, que siempre se alude a la falta de voluntad para hacer bien las cosas desde la administración pública, el TC es un referente en todo el sentido de la palabra de la excelencia y que cuando se quiere se puede, porque hace todo eso, sin contar con un gran presupuesto.
Encoge el alma, cuando se escucha al magistrado Milton Ray quejarse por la falta de apoyo para imprimir la Constitución para enseñarla en las escuelas. También es doloroso escucharlo cuando dice que no puede llevar los invitados internacionales al edificio que acoge al órgano porque no tiene las condiciones mínimas como baño o una sala de audiencias.
