A través del tiempo, por nuestras propias experiencias y por la de las personas que nos rodean, nos damos cuenta de que siempre queremos algo, en diferentes momentos, etapas y situaciones de la vida.
Anhelamos algo que no tenemos, podemos tenerlo todo, pero siempre surgirá ese algo y a veces hasta ese alguien, que deseamos con toda el alma y con su aparición en nuestros anhelos, nace también el sentimiento de frustración, de tristeza e impotencia. Nacen también las fuerzas por alcanzarlo. Algunas veces esas fuerzas llegan acompañadas de las mayores virtudes, otras, nos llevan a despertar los más bajos instintos para alzarnos con nuestro objetivo, desprovistos de toda razón y sin el más mínimo sentido de justicia.

Luchamos con denuedo, sin tregua, utilizamos nuestras mejores armas, echamos manos de todos nuestros recursos, no nos limitamos, ni amilanamos ante nada. Somos fuertes, valientes y decididos cuando nos lanzamos tras un objetivo.

Es así como descuidamos todo lo que tenemos, todo aquello por lo que antes luchamos con igual determinación. Lo hacemos una y otra vez, y no notamos que es una actitud recurrente, que siempre andamos detrás de algo, que siempre, tras la consecución de una meta, divisamos a lo lejos un nuevo objetivo, una nueva razón para luchar.

Así vamos pasando el tiempo, siempre esperando, buscando razones, motivaciones para levantarnos cada día, dejando de lado lo que ya tenemos y que motivó todos nuestros esfuerzos antes.
Muchas veces, ni siquiera nos damos el tiempo de disfrutar lo que tanto nos costó, por ir apurados tras nuestra próxima meta.
No está mal querer superarnos cada día, está permitido soñar y estamos obligados a trabajar sin descanso y sin excusas hasta hacer realidad esos sueños.

Lo que no podemos es darnos el lujo de perder por descuido y abandono, todo lo que hemos logrado.

El ser humano debe siempre aspirar a vivir y estar mejor cada día, sin que esto se traduzca solamente en bienestar económico.
Siempre estamos pensando en lo que nos falta, en lo que queremos, pero que no tenemos, sin dar importancia a lo que tenemos, sin agradecer la presencia de aquellas personas con quienes poder contar. Las personas estamos obligadas a luchar para logar lo que deseamos, sin que esta lucha represente una tragedia en la que terminemos completamente solos.

Posted in Mi Tiempo

Más de opiniones

Las Más leídas