Corría el 2006 cuando el perredeísta Daniel Lois Carvajal, histórico primer alcalde del recién creado municipio Santo Domingo Norte, conminó a sus seguidores a abandonar su casa ubicada en la comunidad de Guanuma, diciéndole que él tenía más de un 80 por ciento de la preferencia electoral, por lo que era innecesaria la entrega de “logísticas” para buscar voto para unas elecciones que se celebrarían en 24 horas.

Este alcalde había recibido el poder debajo de una mata e instalado una sede municipal en un local alquilado, donde ocupaba una oficina en la que apenas cabía su sillón. Al final de su gestión dejó un edificio comprado y una cosecha de pequeñas obras, en su mayoría rurales, que sumado una buena aplicación del sistema de recogida de la basura le daban a entender que era invencible. Pobre palomita.

Louis Carvajal fue destutanado por el entonces peledeísta Jesús Féliz, un diputado victimizado porque había estado en la cárcel, acusado sin pruebas de corrupción por el Gobierno de Hipólito Mejía.

Pero pronto llegó el año electoral, 2010, y escuché a Féliz decir que el presupuesto del Ayuntamiento Santo Domingo Norte estaba diseñado para hacer fracasar al alcalde de turno.

En ese entonces se manejaban por el presupuesto nacional cerca de 600 millones al año y menos de cien millones de arbitrios.

Un municipio lleno de carencias y de demandas que ni el Gobierno ha podido saciar. Con una voracidad de los actores políticos que se creen merecedores de todo y no se satisfacen con nada.

Llegaron las internas y Féliz fue descalificado por Lethi Vásquez, presidenta del PLD en esa demarcación y favorita del oficialismo leonelista de la época. Otro que se quedó en el camino.

La bella Lethi fue derrotada por el perredeísta Francisco Fernández en las elecciones municipales del 2010, se dice que con ayuda de Féliz. Estas elecciones valían por un periodo de seis años que pasaron raudos y nuevamente el alcalde quería la reelección.

Francisco Fernández fue candidato nuevamente en 2016 y los mismos descontentos le pasaron factura, así que ganó otro peledeísta.

René Polanco, un morenito de Sabana Perdida, como candidato oficialista se fajó para lograr este peldaño y pese realizar la gestión más cercana a los barrios, con más de 150 sectores asfaltados con el apoyo del Gobierno. Como Féliz se quedó en la interna donde fue vencido por Carlos Guzmán, en un giro sorpresivo atribuido a problemas internos que ya se asomaban en el PLD.

Guzmán ganó con el apoyo y las bondades peledeístas en el 2020, pero al primer llamado del cacique verde huyó y abandonó a quienes dejaron el pellejo para que se acomodara en ese ayuntamiento. La historia aún se escribe.

En el 2024, una mujer por primera vez se sienta en la silla municipal. ¿Qué pasará en el 2028? Ya lo veremos.

En fin, ¿Por qué en SDN no repiten los alcaldes? Ambición política, costosas campañas populistas y bajo presupuesto.

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