Nada más divino que una bocanada de aire especialmente cuando nos estamos ahogando, ese aire es vida que estremece, el aire es igual pero nuestra situación no, y por eso valoramos esa respiración exageradamente. El aire sigue costando lo mismo, “nada” pero nuestra vida dependía de ello y en ese momento respirar lo vale todo! Sabemos lo que pasaría de no subir a la superficie o ensanchar los bronquios… Por tanto, cada respiración vale nuestra vida completa. Cada bostezo debería hacernos recordar que es por gracia de Dios que estamos aquí, y dependemos de Dios absolutamente. El éxito temporal, la cultura, la vanidad y el orgullo nos han hecho creer que somos autosuficientes, pero nada más insensato. Si respiras con regularidad es porque su poder se perfecciona en tu debilidad.

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas