Cuantas veces por ganar tiempo perdemos oportunidades, por ganar terreno, perdemos esencia, por ganar amigos perdemos intimidad, por ganar grandezas perdemos legitimidad, por ganar dinero perdemos amor, autoridad y honestidad. No hay felicidad fuera del equilibrio. Cuidado también con dejar pasar la hora de Dios; hoy es crucial, lo aparentemente valioso es pura distracción, la oposición tu ocasión para derribar y la cotidianidad, el asiento que debe ocupar Dios. Nunca te ofertó un amor de ocasión ni un perdón desechable, entonces revisa el lugar que le asignaste en tu vida, porque esa es la distancia que recorrerás cuando le busques; bájalo de la cruz al corazón, sácalo del horario de domingo y éntralo a ser el sol de tu agenda. Y mucho cuidado con todo lo que pierdes, cuando ganas!

Posted in Rosas para el alma

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