¡Muy buen jueves, asiduos lectores de elCaribe! Si escribo las oraciones “Debo sincerizarme contigo porque ayer no te dije la verdad sobre mi hermano” y “Debo sincerarme contigo porque ayer no te dije la verdad sobre mi hermano”, verán que hay una diferencia en el primer verbo que se destaca en las dos oraciones con la misma esencia, pero en una está escrito de manera incorrecta.

Es bueno tener en cuenta que la palabra “sincerizar” no existe en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Sin embargo, la palabra “sincerar” sí existe y significa “hablar sinceramente con alguien, especialmente contándole algo que se mantenía oculto”.

Así que ten pendiente que la construcción “sincerizar” no es correcta en español, aunque encuentro extraño que esto no haya sido abordado ni por la RAE en sus diversas plataformas ni por otras Academias que responden a las inquietudes de los hispanohablantes para aclarar sus dudas. De hecho, si escribimos “sincerizar” en el buscador de las cuentas oficiales que norman los aspectos de la gramática, encontraremos lo siguiente: «La palabra “sincerizarse” no está en el Diccionario».

Sé que de las dos formas escritas en este artículo, la que más se utiliza de manera oral y escrita es la que no reconoce la RAE: “sincerizar”, por eso, y a propósito de lo escrito anteriormente, comparto un recordatorio que nos hace Domingo Caba Ramos en su artículo “Sincerizar, dolarizar y otras verbalizaciones”, donde externa su preocupación por el uso que dan a algunos verbos y palabras personalidades, funcionarios y medios de comunicación sin detenerse a reflexionar si es correcta en términos gramaticales la forma en la que la redactan o dicen, recordándonos con su pluma lo que razona la Academia al respecto.

«No es buena la actitud de muchos periodistas que escriben con absoluta despreocupación, sin preguntarse jamás si será razonable su manera de escribir; que cifran su ideal en el empleo de palabras recién oídas o leídas plenas de ‘modernidad’; que las forjan al buen tuntún; que les hacen decir lo que no significan; que se aferran a ciertos vocablos como si no existieran otros y que aún muestran mayor desenfado con la sintaxis. En gran medida, la comunicación periodística se realiza hoy gracias a que el lector suple la información defectuosa que se le sirve, y, si no puede suplirla, malentiende o entiende a medias. Hay que insistir en el consejo de releer y corregir reflexivamente antes de transmitir», pág. 18 del Manual del Español Urgente (1995).

Así que, acostumbremos a nuestro cerebro a utilizar “sincerar” en vez de “sincerizar”.
¡Gracias por leerme!

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas