Biden tiene cáncer de nivel 9 en la escala de Gleason con metástasis ósea. De nada sirvieron los comentarios de Trump de que el diagnóstico de cáncer se había encubierto. No olviden que Biden enterró a su primogénito, Beau, debido a cáncer cerebral, un glioblastoma feroz. El cáncer es un tema de alto impacto para él, que varias veces dijo públicamente que nunca ha superado la pérdida de su familia. La desgracia le ha tocado con la muerte de su primera esposa y su hija tras ser embestidas por un camión y la lucha contra la adicción al “crack” de su hijo Hunter. Es imposible mentir después de vivir la desdicha de cerca. Trump tiene que parar por conmiseración.