Hay que prestar atención al déficit habitacional que enfrenta el país y que tardará años en reducir sino se orientan las políticas públicas, aun cuando se trabaje en la promoción de financiamientos blandos y apoyo gubernamental. Millones de dominicanos viven en asentamientos informales, sin acceso a servicios ni conexiones para drenaje pluvial, cuando tenemos que convivir con los efectos del cambio climático. El tema es urgente, los políticos pasaron años concentrados en lo inmediato sin implementar políticas de planificación urbana. Actualmente, una vivienda de bajo costo está valorada en 4,852,211.2 de pesos hacia abajo, un costo que no pueden pagar los que viven en zonas de vulnerabilidad y ahí no se pueden quedar.

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