Con más de una década en el ‘arte de las uñas’, esta joven dominicana fusiona calidad y comodidad, y forja un espacio único de belleza para todas sus clientas

Fior D’Aliza Riceda, la mente emprendedora detrás de D’Fiordaliza Nails, ha trazado un camino sólido en la industria del esmalte y del cuidado de manos, que va más allá de los números.

Su historia es un reflejo vívido del espíritu incansable que impulsa a muchas mujeres en República Dominicana a forjar su propio destino económico. Con más de una década inmersa en el arte de embellecer uñas, Fior dio sus primeros pasos en un modesto cuarto, con un préstamo de 5 mil pesos y una visión clara.

Desde aquellos inicios, su crecimiento ha sido una secuencia de avances graduales pero seguros. Su determinación ha llevado su negocio a transformarse desde un espacio alquilado hasta un local más amplio, reorganizado gracias al apoyo de microcréditos que han impulsado su evolución.

En la búsqueda de ofrecer una experiencia integral a sus clientas, esta emprendedora innovadora fue más allá. No se limitó a los servicios de manicura; incursionó en la elaboración y venta de helados artesanales, marcando un punto diferenciador. La combinación de su destreza en el cuidado de manos con la oferta de deliciosos helados naturales ha resonado en el gusto de los consumidores, y consolidó una demanda satisfecha mediante entregas a domicilio.

Su enfoque en la calidad y el confort se refleja en cada aspecto de su negocio. La adquisición de mobiliario moderno y herramientas de vanguardia son pasos firmes hacia su visión de contratar personal. Su meta no es solo embellecer uñas, sino ofrecer un espacio donde la calidad, el confort y el ambiente se fusionen para crear una experiencia completa para sus clientas.

Detrás de esta perseverancia empresarial está una motivación poderosa. Más allá del sustento económico, Fior encuentra satisfacción en elevar la autoestima de las mujeres a través del cuidado de sus manos.
Su compromiso con este propósito se refleja en la fidelidad a instituciones como la Fundación Dominicana de Desarrollo (FDD), que ha sido su soporte y la ha nominado para los premios BCIE, una distinción a su dedicación y visión empresarial. El éxito de emprendedoras como Fior D’Aliza Riceda destaca el papel esencial del emprendimiento femenino en la economía global.

Desde salones de belleza hasta cafeterías, estas mujeres no solo crean negocios, sino que también generan espacios de conexión, confianza y empoderamiento. A pesar de los desafíos adicionales que enfrentan, desde limitaciones en acceso a financiamiento hasta desigualdades estructurales arraigadas, su persistencia y resiliencia marcan un camino hacia la autonomía financiera y la realización personal.
En este contexto, iniciativas como el WeCode del BID Invest cobran una relevancia significativa. Al colaborar con la Iniciativa de Financiamiento de Mujeres Emprendedoras (We-Fi), esta alianza busca cerrar brechas y ampliar el apoyo financiero a negocios liderados por mujeres. En República Dominicana, esta iniciativa piloto representa un impulso clave para el sector financiero, promoviendo la inclusión y generando capacidades para respaldar de manera más efectiva a las emprendedoras en su camino hacia el éxito económico.

La trayectoria de Fior D’Aliza Riceda es un testimonio palpable del empuje emprendedor arraigado en muchas mujeres dominicanas. Su camino hacia el éxito económico ha sido una travesía de perseverancia y visión estratégica en un mercado donde el cuidado de las manos y las uñas se ha convertido en un nicho de oportunidad cada vez más vibrante.

En sus más de 10 años de inmersión en el mundo del arte de las uñas, Fior ha pasado por etapas de crecimiento constante. Desde sus modestos inicios con un modesto préstamo de 5 mil pesos hasta la expansión de su negocio hacia un espacio más amplio y acogedor, su evolución ha sido un ejemplo de determinación y adaptabilidad.

El traslado de su negocio a un local más espacioso no solo fue un cambio de locación física, sino también un salto hacia una oferta más completa de servicios. Más allá de ser un salón de uñas convencional, el espacio de Fior se ha convertido en un oasis donde las clientas pueden disfrutar de helados artesanales 100% naturales mientras aguardan su turno.

La incursión en la elaboración y venta de estos helados fue un movimiento audaz pero estratégico. La acogida positiva por parte de los clientes ha reflejado el éxito de su diversificación empresarial, mostrando una visión innovadora para satisfacer múltiples necesidades dentro de un mismo espacio.
La calidad de su mobiliario moderno y herramientas de vanguardia no solo apunta a una experiencia estética superior, sino que también es un preludio para su objetivo de contratar empleadas.

Visión ampliada

Para Fior, el negocio va más allá de las uñas bien cuidadas; se trata de proporcionar un ambiente completo que abrace la comodidad y la excelencia en el servicio.

Su compromiso con el empoderamiento femenino trasciende la esfera empresarial. La conexión con la Fundación Dominicana de Desarrollo es un testimonio de su búsqueda constante de apoyo y crecimiento. La nominación a los premios BCIE no solo es un reconocimiento a su labor, sino también un faro que ilumina la relevancia del emprendimiento femenino en la economía local y global.

Las mujeres emprendedoras, como Fior D’Aliza Riceda, están tejiendo un nuevo paradigma económico. Más allá de ser meros motores de negocios, están construyendo redes de apoyo, abren puertas a oportunidades y desafían los límites preestablecidos. Su huella en la economía y en la sociedad trasciende lo comercial; es una expresión viva de determinación, creatividad y resiliencia.



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