La situación político-electoral interna y la del coronavirus son dos temas serios que el país debe enfrentar
La situación político-electoral interna y el coronavirus representan dos serias amenazas para la economía dominicana, que al parecer recibirá un importante alivio por influencia de un tercer elemento: El precio del petróleo, que se sitúa más y más a la baja en el mercado internacional.
Por ejemplo, el crudo de Texas (WTI) -el de referencia para el caso dominicano- para entrega en abril abrió ayer lunes con un desplome del 22% debido a la reciente guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no consiguiese acordar con Moscú un nuevo recorte en la producción de crudo para paliar los efectos del Coronavirus, según informes de la agencia EFE. Ayer el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró con un desplome del 24,59 %, hasta situarse en 31,13 dólares el barril, en una sesión marcada por el inicio de una guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia en medio de la crisis por el coronavirus, que ha arrastrado el precio del crudo a niveles similares a los 1991, Que eso ocurra representa una noticia positiva para República Dominicana, que es un país netamente importador de derivados de fósiles. “La factura petrolera representa el 18% del total de las importaciones dominicanas.
Cuando los precios del Petróleo se reducen, equivale a decir que el país recibe un choque externo positivo, provocando reducciones en los costos de los combustibles, en los precios del transporte urbano y de carga y en los precios de los alimentos”, analiza el doctor Antonio Ciriaco Cruz, vicedecano de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Calcula que este país sigue importando alrededor de 9.1 millones de barriles de Petróleo crudo cada año. Eso significa que los impactos en la economía dominicana son fuertes (positivos o negativos). El economista y catedrático universitario cita, por ejemplo, que por cada dólar de reducción en los precios del Petróleo para la economía dominicana, el ahorro marginal es de 116 mil dólares diarios, equivalente a 42 millones dólares de reducción adicional en la factura petrolera. “Significa que si el Gobierno estimó los precios del Petróleo en 59.1 dólares en el Presupuesto de 2020 y los precios terminan en la vecindad de los 42 dólares promedio, el país podría tener un ahorro neto en la factura petrolera de 500 millones de dólares”, calcula.
De acuerdo con Goldman Sachs Group Inc, uno de los grupos de banca de inversión y de valores más grande del mundo, la guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia podría arrastrar el precio del Petróleo a US$20, por lo menos en lo que se refiere al crudo Brent, que se extrae principalmente del mar del Norte y marca la referencia en los mercados europeos.
Los precios del crudo a nivel mundial (especialmente de Texas), sufrieron ayer su peor día desde 1991 y han empezado a moverse a niveles no vistos desde que el mercado petrolífero sufrió las consecuencias de la primera Guerra del Golfo.
En el contexto actual, el comportamiento del crudo viene a aligerar la pesada carga del Estado, que recientemente vio cómo se perdieron más de RD$3,000 millones en el montaje de unas elecciones municipales que fracasaron y que deberán realizarse el próximo domingo, con los gastos que eso implica. Pero ya el país había perdido en los equipos del voto automatizado unos 20 millones de dólares (alrededor de RD$1,070 millones, calculando al cambio actual del dólar), sumado a otros 39 millones de dólares (alrededor de RD$2,082.6 millones) invertidos en equipos en el 2016.
El resultado final de todo eso ha sido el descrédito electoral del país, que podría verse reflejado en una merma de las inversiones y un aumento del riesgo país. El domingo pasado la Dirección General de Presupuesto del Ministerio de Hacienda informó que asignó a la Junta Central Electoral (JCE) RD$753 millones correspondientes a los partidos políticos.
El Coronavirus viene a tocar al país por varios frentes. Por un lado, le agrava la situación sufrida en materia turística, que dejó pérdidas por unos US$500 millones en 2019, como consecuencia de una crisis reputacional que colocó a la baja el nivel de ocupación hotelera y de llegada de pasajeros, y por otro lado limita los negocios que pudieran realizarse con naciones donde está presente el virus. La existencia del Coronavirus a nivel mundial ha limitado desde la exportación e importación de productos, hasta las reuniones y ruedas de negocios entre inversionistas, de un lado y del otro a nivel del universo, incluyendo esta nación. Incluso, el mundo del espectáculo, que mueve bastante dinero, ha ido sufriendo algunos reveses. Cada día que pasa se hace más complicado asistir a lugares con aglomeraciones de personas.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) calcula que por efecto del Coronavirus la industria mundial del transporte aéreo perderá ingresos globales en 2020 por US$63,000 millones, en un escenario donde Covid-19 se mantenga en los mercados actuales que (al corte del 2 de marzo) tenían más de 100 casos afectados, y hasta US$113,000 millones en un escenario de mayor difusión del virus.
Hay actividades que si se caen arrastran las otras
En un análisis sobre pérdidas en el servicio de transporte aéreo, República Dominicana no puede excluirse, por lo que eso representa para el turismo.
En enero de 2020 la economía dominicana creció 4.7%, un número inferior al 6% de enero de 2019. Esta vez, entre las actividades económicas de mayor contribución al crecimiento no figura el turismo, a diferencia de la construcción, servicios financieros, salud, energía y agua, zonas francas y comercio, entre otros, que sí figuran y aportan. El turismo es uno de los pilares para la economía local; cuando éste se afecta, el riesgo es que arrastre a otras ramas importantes por ese camino, como es la agropecuaria, que le vende a hoteles, bares y restaurantes unos US$900 millones, según calcula el Ministerio de Agricultura. El momento no le favorece al turismo; en 2018 creció 5.7% y en 2019 apenas subió 0.2%, de acuerdo con estadísticas del Banco Central.
