Los norteamericanos recuerdan el acto terrorista del 11 de septiembre 2001 y los chilenos el golpe de Estado a Salvador Allende

El martes 11 de septiembre de 2001 sigue estando muy latente en la memoria de quienes vieron el horror televisado del atentado terrorista llevado a cabo por 19 yihadistas que secuestraron y estrellaron cuatro aviones en distintos puntos de Estados Unidos, siendo tres de ellos los que alcanzaron sus objetivos al impactar en el World Trade Center (WTC) y El Pentágono.

Pero otro martes 11 de septiembre, aunque más lejano, específicamente en 1973, también es recordado al conmemorarse en Chile el golpe de Estado propiciado por el general Augusto Pinochet en contra del presidente socialista Salvador Allende.

En el atentado contra las Torres Gemelas, el Pentágono y el vuelo 93 que cayó en un descampado de Pensilvania, se contabilizaron casi tres mil víctimas. Mientras que, entre el golpe de Estado de Chile que trajo como consecuencia el establecimiento del régimen militar de 19 años de Pinochet, se contaron por millares los muertos en ese país.

Ambas fechas fueron conmemoradas ayer por los respectivos gobiernos de ambos países.
Biden recuerda 9/11 con frase de Isabel II

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recordó ayer las palabras de apoyo de la reina Isabel II de Inglaterra tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en su discurso por el 21 aniversario de los ataques.

“El dolor es el precio que pagamos por amar” fue el mensaje que la monarca, fallecida el pasado día 8 a los 96 años de edad, envió a las familias de las víctimas durante un servicio religioso en la iglesia de St. Thomas de Nueva York, el mismo día de los atentados.

Biden se sirvió de la frase para recordar a las casi 3.000 personas que perdieron la vida hace 21 años cuando un grupo de terroristas de Al Qaeda secuestraron tres aviones que hicieron impactar contra las Torres Gemelas en Nueva York y el Pentágono en Virginia, y uno más que fue estrellado en un descampado de Shanksville (Pensilvania) supuestamente después de que los pasajeros se rebelaran.

“Lo que fue destruido lo hemos reparado. Lo que fue amenazado, lo hemos reforzado”, aseguró el mandatario durante un discurso frente a la sede del Departamento de Defensa para recordar a las 189 personas que perdieron la vida en el ataque al Pentágono.

El presidente estadounidense quiso destacar también la muerte, a comienzos de agosto, del líder de Al Qaeda Ayman al Zawahiri, en un ataque con dron en Kabul, cerca de un año después de la retirada de las últimas tropas estadounidenses de Afganistán.

Biden aseguró que, pese a la retirada de EE.UU. del país que puso fin a 20 años de guerra, su “compromiso por prevenir un nuevo ataque a los Estados Unidos no termina”.


Actos en Chile

Miles de personas también rindieron ayer homenaje al presidente Salvador Allende en el 49 aniversario del golpe militar que derrocó su gobierno democrático e instaló la dictadura cívico-militar liderada por el general Pinochet (1973-1989).

Grupos de izquierdas, antiguos compañeros del mandatario y familiares de las víctimas y del más de millar de detenidos que aún se hallan desaparecidos se reunieron junto a la estatua que preside la entrada al ministerio de Justicia y Derechos Humanos y de allí marcharon al cementerio de Recoleta, donde reposan sus restos.


Cronología de los atentados 9/11

A las 8:15 de la mañana del martes 11 de septiembre de 2001, el vuelo 11 de American Airlines que había despegado casi 15 minutos antes, desde Boston con destino a Los Ángeles, cambiaría el rumbo histórico del mundo

Las autoridades de la torre de control del aeropuerto Logan de Boston se percataron del viraje que la aeronave realizó hacia Nueva York, lo que supusieron de inmediato que se trataba de una especie de secuestro.

Sus temores se hicieron realidad cuando a las 8:46 de la mañana el vuelo 11 se estrelló con la torre norte del WTC.

A pesar de que algunas de las autoridades gubernamentales de Estados Unidos ya tenían conocimiento de que el vuelo 11 había sido secuestrado, el mundo ignoraba que ese solo sería el principio de un ataque terrorista a gran escala y nunca antes visto.

Después de que la torre norte del World Trade Center fuera impactada, otro avión, el vuelo 175 de United Airlines, también fuesecuestrado y su rumbo era similar al anterior.

Diecisiete minutos después, a las 9:03 de la mañana y ante las cámaras de todos los noticieros del mundo, el vuelo 175 se estrelló contra la torre sur, lo que provocó que cundiera el pánico y el tiempo se suspendiera entre la incredulidad y el terror.

Cincuenta y seis minutos después de ser embestida, a las 9:59 de la mañana, la torre sur se desplomaría con muchos de los rescatistas y bomberos que intentaron socorrer a los que estaban atrapados.

La torre norte no tuvo mejor suerte, 102 minutos después, a las 10:28 de la mañana, también sucumbiría ante la mirada atónita del planeta.

Nueva York estaba bajo ataque, pero no sería el único estado del país que sufriría los embates del terrorismo internacional.


Washington también era un objetivo

Casi de manera simultánea a los secuestros de los vuelos 11 y 175 que se estrellaron contra las torres gemelas y produjeron sus colapsos, el vuelo 77 de American Airlines también sufriría la misma suerte, solo que sería contra las edificaciones de El Pentágono, el centro de defensa militar de la Primera Potencia del Mundo.

El vuelo partió a las 8:20 de la mañana del 11 de septiembre desde el Aeropuerto Internacional Washington Dulles y fue secuestrado poco después de que se estrellara el primer avión contra la torre norte. Era alrededor de las 8:50 de mañana.

El impacto ocurrió a las 9:37 de la mañana y destruyó la parte occidental de El Pentágono.
Pese a que todos prestaban atención a lo que ocurría en el World Trade Center y, supuestamente, ante la inacción de las autoridades gubernamentales al no imaginar que otros aviones pudieran ser objetos de secuestro, la noticia sobre el choque de otro avión en El Pentágono no despejaba dudas de que se debía actuar de manera radical.

Todas las aeronaves tuvieron que aterrizar en el aeropuerto más cercano ya que habían órdenes de tumbar a cualquier avión que se encontrara en espacio aéreo estadounidense. Y efectivamente, el cielo pudo despejarse, excepto por el vuelo 93 de United Airlines, el cual tenía como objetivo la Casa Blanca o el Capitolio.

Contrario a los otros tres aviones, el vuelo 93 fue secuestrado por solo cuatro terroristas y no cinco. También, otro caso curioso es que Ziad Jarrah, líder de los terroristas de ese avión, era el más occidentalizado de los secuestradores.

El vuelo 93 partió a las 8:42 de la mañana, con más de 40 minutos de retraso y a pesar de que el mundo ya estaba atento a los acontecimientos que de manera simultánea se estaban dando en Nueva York.

Ese vuelo fue el único que no logró su objetivo ya que a las 10:03 de la mañana se estrelló en un poblado de Pennsylvania. Nunca se supo a ciencia cierta si fue una rebelión de pasajeros que redujo a los terroristas o si fue un avión militar que acató la orden de derribar cualquier aeronave que estuviera en el espacio aéreo.


Contexto del Golpe de Estado en Chile

Aquel martes había tensión en Santiago de Chile. La polarización del país estaba en su punto más álgido luego de que el 29 de junio de 1973, casi tres meses antes de que se concretara el Golpe de Estado, se realizara una intentona para deponer a Allende. Ese episodio sería llamado «El Tanquetazo».

El país estaba dividido en dos facciones. Unos a favor de Allende y otros en contra del comunismo; era la época de la Guerra Fría. Para entonces el secretario de Estado de Estados Unidos era Henry Kissinger, el cerebro de lo que se denominaría «Operación Cóndor», el plan de exterminio de todos los izquierdistas en América del Sur.

Ya estaban establecidos Hugo Bánzer, en Bolivia; las juntas militares brasileñas y uruguayas, Alfredo Stroessner, en Paraguay, entre otros generales afines a los intereses norteamericanos. Pero Chile se había convertido en la manzana de la discordia para el gobierno estadounidense al no poder evitar el ascenso de Allende mediante las urnas.


Era cuestión de tiempo para que ocurriera lo inevitable

Los primeros pasos fueron dados por la Fuerza Aérea de Chile, al mando del general Gustavo Leigh, quienes comenzaron a bombardear el Palacio de la Moneda de manera simultánea a las ráfagas de fusiles que provenían de la infantería y los carabineros que estaban en los alrededores.

El operativo se estaba llevando a cabo con la coordinación del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Pinochet; el titular de la Armada, almirante José Toribio Merino y el jefe de los carabineros, general César Mendoza.

El presidente estaba refugiado junto a puñado de militares leales y empleados de su gobierno que estaban dispuestos a defenderlo, a pesar de tener conocimiento de la desventaja númerica.

Luego de que los militares finalmente tomaran el Palacio de la Moneda, el cuerpo de Allende estaba tendido en uno de los muebles del lugar con un disparo en la barbilla que supuestamente él mismo se propinó con un fusil AK-47 que le regalara Fidel Castro.

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