Río de Janeiro. La alianza de partidos de izquierda formada por el socialista Fernando Haddad para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, en la que se medirá al ultraderechista y favorito Jair Bolsonaro, mostró algunas grietas.
Haddad, el sucesor del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores, reunió a gran parte de la izquierda de cara al balotaje el 28 de octubre, a la que avanzó como el segundo más votado en la primera vuelta, con el 29% de los sufragios, muy por debajo del 46 logrado por el ultraderechista.
Pero Haddad enfrentó ayer críticas de los laboristas, un importante socio que abrió una brecha en la alianza de izquierdas formada para enfrentarse en la segunda vuelta de las presidenciales al ultraderechista Jair Bolsonaro, fortalecido tras un nuevo sondeo.
Los laboristas, terceros en la primera vuelta de los comicios con el 12.5%, denunciaron la falta de “autocrítica” del Partido de los Trabajadores (PT).
