Con el paso de las horas, se conocen más detalles sobre el trágico accidente del helicóptero donde perdió la vida el expresidente de Chile Sebastián Piñera.
Según los primeros informes publicados tras el accidente, el helicóptero -pilotado por el propio Piñera- inició el vuelo en un momento de intensas lluvias y niebla. Minutos después del despegue, la aeronave cayó en picado a un lago donde los agentes de emergencia, la Armada y otras instituciones acudieron de inmediato para tratar de salvar a los pasajeros.
Las autoridades trasladaron a los tres supervivientes del accidente (la hermana del expresidente, Magdalena Piñera, el empresario Ignacio Guerrero y su hijo) a la residencia del empresario José Cox, amigo de Piñera, que se enteró de la noticia en ese preciso instante. Sin embargo, a pesar de los intentos por rescatar el cuerpo del expresidente del lago, su cadáver se halló en las profundidades, según informaron fuentes oficiales.
Aficionado a los helicópteros
Además de la política, la historia de Sebastián Piñera está vinculada al mundo de las finanzas. El exmandatario era uno de los hombres con más fortuna de Chile. Según Forbes, el expresidente llegó a tener un patrimonio de 2.700 millones de dólares.
Pero si hubo un detalle de la vida privada de Piñera que todo el mundo conocía era su afición por el pilotaje de helicópteros. En el año 2004, el expresidente obtuvo su licencia después de aprender de la mano del instructor Alfonso Wenzel, quien aseguró que Piñera era un estudiante «autónomo», que estudiaba por cuenta propia y que había aprobado satisfactoriamente el curso de piloto.
Sin embargo, el trágico accidente que provocó su muerte no fue el único percance que el expresidente sufrió a los mandos de su helicóptero en los últimos años.
El primer susto
En el año 2011, durante su primera legislatura como presidente, Piñera protagonizó un aterrizaje de emergencia en una carretera comarcal de la localidad de Quilicura por falta de combustible.
En aquella ocasión, el expresidente viajaba junto a su amigo Andrés Navarro. Durante el vuelo, realizó una llamada para intentar conseguir gasolina. A pesar de sus continuos intentos por lograr repostar, a Piñera no le quedó más remedio que aterrizar con su helicóptero en un lugar destinado a las aeronaves de los Carabineros.
Posteriormente, los medios chilenos publicaron vídeos en los que se podía ver al expresidente charlando con los residentes de la zona, a quienes mostró sus dudas sobre si hubiera llegado -o no- con el combustible que tenía a Cobquecura, el lugar donde tenía previsto parar a repostar.
El percance de Piñera provocó la reacción en masa de los partidos de la oposición, que pidieron un informe a la Dirección General de Aeronáutica Civil para conocer si el vuelo tenía autorización o no y, en caso afirmativo, de qué tipo.
«No puede ser posible que el señor Piñera, aunque sea presidente de la República, pueda aterrizar en cualquier lugar del país, poniendo en riesgo la seguridad de la gente. Si tuvo una emergencia por falta de combustible es su responsabilidad. Principalmente, por no haber tomado las precauciones necesarias antes de emprender el vuelo», aseguró por aquel entonces el líder de la oposición, Gabriel Ascencio.
A pesar de que nunca se llegó a confirmar, algunos medios locales chilenos apuntaron que el expresidente comentó en privado que solía realizar este tipo de vuelos porque debía llegar a un mínimo de horas de vuelo para poder renovar su permiso como piloto de helicóptero.
El segundo incidente
El percance sufrido a los mandos de su helicóptero privado en el año 2011 no fue el único incidente de Piñera durante sus habituales vuelos. Y es que el helicóptero era el medio de transporte habitual del expresidente, que llegó realizar viajes en numerosas ocasiones de cortas distancias con el único fin, por ejemplo, de jugar al golf con amigos.
Cuatro años antes, Piñera ya había protagonizado otra polémica a los mandos de su aeronave. En este caso, el político chileno tuvo que pagar una multa después de aterrizar en la pista del estadio municipal de la localidad de Quellón.
«No lo hice de mala fe. Creo que uno por hacerlo así, puede equivocarse. Lo asumo y asistiré a la citación», dijo tras conocer que debía comparecer ante el Juzgado de Policía Local de Quellón meses después de lo ocurrido.
En esta ocasión, el expresidente aterrizó con su aeronave justo en el momento en el que se estaba disputando un partido de fútbol entre niños, obligados a abandonar la pista ante el aterrizaje de emergencia.
