El régimen cubano ahora permitirá que los viajeros a Cuba puedan ingresar a la isla carne, embutidos, conservas, leche y quesos.

En Cuba hay una profunda escasez de alimentos y los precios se convierten en prohibitivos para la mayoría de los cubanos. Esto, tras la incontrolable inflación y la acelerada devaluación del peso frente al dólar y el euro.

Ante esta crisis económica, el gobierno, una vez más, le echa mano a los cubanos que viven fuera del país, autorizando a los viajeros a Cuba y a personas naturales la importación de carne fresca, congelada, deshidratada o semielaborada, como hamburguesas y picadillo.

La dictadura cubana, incapaz de desarrollar su capacidad para producir alimentos y productos de primera necesidad, busca un alivio a la situación apoyándose en quienes viajan a la isla, para cubrir las carencias.

El gobierno, apenas en agosto, había prohibido la importación de estos alimentos, pero ahora da marcha atrás. Una resolución del 5 de septiembre, dada a conocer este martes, el Ministerio de la Agricultura y el Centro Nacional de Sanidad Animal autoriza también a importar jamón, chorizos, salami, conservas, leche en polvo, leche fluida, postres lácteos y quesos.

La nueva disposición pone varias limitantes para los viajeros a Cuba que deseen ingresar estos productos. En primer lugar, que estén envasados. Segundo, que sean de marcas reconocidas. Y finalmente que procedan de España, Estados Unidos, Portugal, Canadá, México, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Brasil, Argentina, Chile y Uruguay.

En julio el gobierno había autorizado la importación de alimentos, medicinas y aseo sin límite y sin costo.

La isla vive la peor escasez de alimentos en las últimas tres décadas.

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