Molina Morillo, aportes y obra literaria

Tiempo de luto para el periodismo nacional con el paso de Rafael Molina Morillo a la dimensión desconocida y al mundo de los destacados en la vida de nuestra nación. Vegano de nacimiento, ocurrido el 31 de marzo de 1930, se muda habiendo…

Tiempo de luto para el periodismo nacional con el paso de Rafael Molina Morillo a la dimensión desconocida y al mundo de los destacados en la vida de nuestra nación.

Vegano de nacimiento, ocurrido el 31 de marzo de 1930, se muda habiendo cumplido recientemente 87 años con una luminosa estela de logros en el periodismo, en el que se inició como reportero de este periódico elCaribe, en 1948.

En su larguísima carrera tiene infinitos méritos tales como la fundación de la Revista Ahora, órgano de soporte de la democracia y la libertad dominicana, el periódico El Nacional, director del Listín Diario y al día de hoy del diario gratuito El Día.

Molina Morillo era abogado, diplomático además de periodista y editor pero uno de sus aportes menos destacados es como escritor con la obra: “Gloria y repudio, biografía de Pedro Santana”. Este libro fue escrito a fines de la década de los cincuenta de primera edición agotada, en papel periódico y puesto a circular con pocas pretensiones.

Este trabajo, valiente de por sí, trata sobre el controversial personaje de capital importancia para la integridad de la República Dominicana, imberbe nación que precisó de un coloso militar intuitivo capaz de enfrentar la barbarie de un ejército organizado, mejor equipado y de colosal superioridad numérica, con las fierezas primitivas de la valentía del que lucha por ideales.

A propósito del fallecimiento de Molina Morillo y de la celebración de otro aniversario de la Batalla del 19 de Marzo de 1844, enfrentamiento vital para la existencia de la República, contra los esfuerzos haitianos de reconquista y que además selló el odio medular de Santana contra los trinitarios y en especial contra Juan Pablo Duarte.

Esa batalla y más aún esa derrota para las fuerzas haitianas, acentuó la definición de nuestro país como nación libre y fuera del yugo haitiano y a pesar de su extraña actuación, corresponde a Pedro Santana, parte del triunfo de las fuerzas criollas. Creo que cada personaje debe ser analizado en el ámbito de sus propias circunstancias, la del país y aún del contexto geopolítico en ese tiempo, tal y como indicara José Ortega y Gasset: “El hombre y sus circunstancias”.

Con lo pasional, como fuerza primaria de nuestra dominicanidad se entiende que la anexión a España, propiciada por Santana con importantes sectores de poder fue una mayúscula traición a la Patria. Muchas críticas provenían de quienes entendían que este “lazo” debió ser con Francia, Inglaterra o los Estados Unidos.

“El descontento alcanzó incluso a los sectores anexionistas que no lograron conseguir los beneficios que esperaban”. Alegando quebrantos de salud, Santana renunció a su cargo y murió, paradójicamente, un 14 de junio, fecha de celebración de la patria moderna, el del 1864, amargado y sin descendencia, de “inflamación cerebral”, a la edad de casi 63 años. Llegó a decirse que realmente cometió suicidio, envenenándose. l

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