Abinader y Moïse hablan sobre río Masacre; acuerdan no caer en juego de ultracionacionalistas

Santo Domingo.- El presidente de la República, Luis Abinader, se reunió con su homólogo de Haití, Jovenel Moïse, con quien conversó sobre la situación del río Masacre.

Santo Domingo.- El presidente de la República, Luis Abinader, se reunió con su homólogo de Haití, Jovenel Moïse, con quien conversó sobre la situación del río Masacre.

De acuerdo con el canciller Roberto Álvarez, el mandatario haitiano le manifestó al jefe de Estado que el tema del afluente está en manos de las cancillerías de ambos países. La información fue dada por el funcionario a través de su cuenta de Twitter.

Mediante la misma plataforma social, Moïse sostuvo que tanto él como Abinader acordaron no caer en el juego de los ultranacionalistas dominicanos y haitianos.

Asimismo indicó que seguirán trabajando para la felicidad de ambos pueblos.

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“Con el presidente Luis Abinader, he mantenido conversaciones en profundidad sobre temas de interés común”, escribió.

Anteriormente representantes movimientos nacionalistas dominicanos advirtieron que si Haití continúa, estará declarando la guerra al pueblo dominicano.

Los cancilleres de República Dominicana y  Haití, se reunirán el próximo 27 de mayo para tratar el impase por la construcción del canal de riego en la zona norte de la frontera en la rivera oeste del río Dajabón o Masacre.

Ambos funcionarios estuvieron de acuerdo en que los intereses de ambas naciones deben prevalecer sin que ninguna de los dos sea afectada en sus própositos.

Estimaron que la solución debe responder a las normas del respeto mutuo, del derecho internacional y los acuerdos firmados entre ambos países.

El Mirex recalcó que para el Gobierno dominicano es una prioridad desarrollar las acciones necesarias para mantener una política de buena vecindad con Haití, además de fortalecer las relaciones binacionales, que contribuya al progreso de ambos países.

En 1929, la República Dominicana y Haití firmaron un acuerdo que pacta que “ríos y otros cursos de agua nacen en el territorio de un Estado y corren por el territorio del otro o sirven de límites entre los dos Estados, ambas partes contratantes se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas”.

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