La presidenta de la Confederación Patronal Dominicana, Laura Peña Izquierdo, calificó como un mito las versiones puestas a circular, según las cuales los empresarios prefieren la mano de obra haitiana porque le sale más barata que emplear a trabajadores dominicanos.
“Eso es un mito, porque el sector empresarial cumple con las disposiciones que establece el Código de Trabajo, que es el 80/20, hay temas como el azucarero que tiene algunas excepciones, pero por resoluciones que le han permitido, pero aun así, todos los sectores de la economía trabajamos con manos de obra que esté legalizada, se le paga a todos igual, independientemente de su nacionalidad”, aclaró la empresaria.
Peña Izquierdo insistió que tanto en el sector agropecuario como en la construcción se le paga igual a dominicanos que haitianos, y no se puede hablar solamente de la manos de obra de personas provenientes de la vecina nación, porque en tal caso se tendrá que hablar de extranjeros en sentido general.
“Aquí hay muchos extranjeros, venezolanos y costarricense que están trabajando en el campo, y a todas esas personas se le paga igual, porque lo que se toma en consideración es la preparación que tenga esa persona, y el tipo de trabajo que esté haciendo, y eso tiene un nivel salarial que es igual, independientemente de la nacionalidad que sea”, remachó.
Peña recalcó que, “nosotros somos muy celosos en ese sentido, porque en COPARDOM convergen todos los sectores de la economía, ahí tenemos el turismo, servicio, hotelería, zona franca, construcción, y todos en esa mesa convergemos en lo que he dicho, respetamos la ley con el 80/20, y se le paga igual al trabajador, independientemente de la nacionalidad que sea”.
Sobre la crisis entre la República Dominicana y Haití que provocó el cierre de la frontera, la dirigente empresarial reconoció que la situación económica se complica un poco más, pero el sector empresarial está conversación con las autoridades, tomando en cuenta la importancia que tiene la vecina nación como socio comercial, y que la medida afecta a ambas naciones, pero lo más importante es la soberanía del país.