Los sacerdotes franciscanos capuchinos calificaron ayer el año 2017 como trágico, dispendioso, de muchas vicisitudes y de pocas oportunidades.

Al hacer una evaluación del año, fray Santiago Bautista expresó que el año termina dejando la sociedad dominicana en situaciones muy críticas y que merecen una urgente revisión.

El religioso indicó, además, que la corrupción y la impunidad le tumbaron el pulso al Gobierno, por lo que es una enfermedad que destruye a la sociedad.

“La corrupción, como dice la Doctrina Social de la Iglesia es una enfermedad moral que está carcomiendo la vida pública y económica de esta sociedad y que se ha declarado con metástasis”, dijo.

Al referirse a la situación política dominicana, fray Bautista expresó que para la Iglesia, la democracia es el régimen político más coherente con la dignidad de la persona y que los partidos políticos deben ser como escuelas de formación cívica y política.

Motivó a los políticos dominicanos a someterse a una profunda revisión y pedir perdón a la Carta Magna y al pueblo por sus actitudes mezquinas y perversas.

“Deben pedir perdón por la manera de proceder, por someter a este pueblo a la más terrible servidumbre, dejando a muchos dominicanos en la escasez y la miseria”, sostuvo el sacerdote Bautista.

En tanto, el vicario de la Iglesia Las Mercedes, fray Juan Miguel Gutiérrez, expresó que en un país donde se distribuyen las cajas para la cena de Navidad, significa que el crecimiento económico es para algunos. “Estoy “jarto” de que traten al pueblo dominicano de esta manera. El crecimiento económico se lo tragó la corrupción y la impunidad, pero en el 2018 seguimos reclamando nuestros derechos”, precisó el sacerdote Gutiérrez.

En ese sentido, Gutiérrez invitó a la población a presentarse el 28 de enero a la 10:00 de la mañana frente al Palacio Nacional, en apoyo al movimiento Marcha Verde.

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