Moradores de sectores que colindan y atraviesan cañadas y ríos en el Distrito Nacional, todavía ayer emergían dentro de los escombros con historias angustia.

Solano Rosa aún mantiene en su memoria el desesperado momento que vivió cuando de repente las aguas de los torrenciales aguaceros del pasado viernes lo arroparon hasta los hombros.

Eran las 5:00 de la tarde cuando el señor de 65 años se encontraba junto a una empleada, bajo hierro, en un minimarket que le administra a su hija en el barrio Las 800, de Los Ríos. Las aguas comenzaron a crecer, arrastraron las llaves de los candados y los productos empezaron a boyar.

Rosa cuenta que él y su empleada están vivos de milagro. “Estamos vivos gracias a un grupo de hombres que se subieron en una escalera y con una mandarria rompieron la pared hasta hacer un hoyo por donde nos sacaron”, relata.

Niño de 8 años queda atrapado

A cuatro días de la tragedia los moradores de Las 800 permanecían sacando lodos de sus pequeñas viviendas, que muchas de ellas están construidas justo encima de la cañada. Otros limpian los pocos ajuares que le quedaron, mientras que algunos se mantenían apostados en las calles a la espera de las ayudas de las autoridades.

Amarilis Sánchez es una de esas madres que trataban de organizar su casa con lo poco que le dejó la cañada. Según sostuvo, angustia y desesperación fue lo que vivió el viernes cuando su hijo de 8 años quedó solo en casa mientras las aguas crecían rápidamente.

“Salí a hacer una diligencia y el niño se quedó con su papá. Mi esposo salió de pronto por el barrio pero cuando se dio cuenta ya no podía acceder al área. Fue un momento de mucha tensión porque todo llegó repentinamente”, describe. El niño fue rescatado junto a otros vecinos.

Moradores salen despavoridos

Otro barrio que resultó fuertemente golpeado por los torrenciales aguaceros del pasado viernes fue La Arenita, que colinda con un arroyo. Allí, alrededor de las 5:00 de la tarde todos los moradores huyeron despavoridos ante la amenaza de la creciente de la cañada.

“No nos dio tiempo a sacar nada. Todo el mundo salió corriendo”, narra Anallely Martínez
La joven madre confesó que vivió un momento de mucha angustia. Con el corre corre el hijo de Anallely, de dos años, cayó al pavimento y se partió la barbilla.

“No sabía qué hacer, porque corríamos como locos y el niño comenzó a sangrar mucho”, añadió.
Para Anallely Martínez todo se le complicó más cuando tuvo que acudir a un centro de salud para atender a su hijo. “Se complicó porque todo estaba congestionado”, siguió narrando. Luego de varias horas logró llegar a una clínica donde el niño recibió cinco puntos para cerrarle la herida.

Autoridades respaldan sectores afectados

Las autoridades realizan una serie de acciones en los sectores que resultaron afectados. La alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, informó que se han instalado hospitales móviles para vacunación y atención médica. Además, desde este fin de semana se han entregado raciones alimenticias y varias brigadas realizan reparaciones de viviendas en las comunidades afectadas. “Tenemos cuatro días de intenso trabajo y de poco sueño, llevando y tratando de que podamos recuperar la normalidad en el menor tiempo posible”, resaltó Mejía.

La alcaldesa Carolina Mejía recorrió ayer zonas afectadas por las lluvias.

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