San Francisco de Macorís. Al cumplirse ayer el primer aniversario de la muerte de la joven Emely Peguero, el reclamo de justicia constituyó el mayor anhelo de los padres de la víctima.
La parroquia San Antonio de Padua, en Cenoví, se llenó de feligreses para reclamar a una sola voz que se haga justicia.
“En este primer aniversario de dolor por la muerte de mi querida niña, solo me ha quedado llenarme de valor y refugiarme en Dios para que sea Él quien me dé las fuerzas necesarias para poder seguir viviendo este episodio de mi vida cada vez más triste, hasta que se haga justicia por este crimen”, dijo Adalgisa Polanco, madre de la adolescente asesinada por su novio Marlon Martínez, quien guarda prisión junto a su madre Marlin Martínez.
Adalgisa Polanco dijo que aunque reclama justicia, no puede odiar a Marlon y Marlin Martínez.
Vecinos, compañeros de estudios, vecinos, familiares y amigos realizaron un homenaje para recordar a Emely Peguero también reclamando que la justicia se encargue de sus asesinos.
Durante la misa, el párroco Diómedes Antonio Ángeles llamó a la comunidad a exigir justicia, pero sin alterar el orden público, además de reclamar que la carretera que comunica a Cenoví con el Ranchito, lleve el nombre de Emely Peguero como un homenaje por siempre a esa valiente joven asesinada.
El sacerdote clamó que el Señor llene de perdón y misericordia a todo el pueblo de San Francisco de Macorís, pero también que le dé de justicia. Vecinos, compañeros de estudios y amigos recordaron a Emely Peguero con varias actividades.
La justicia
El juicio de fondo iniciará en seis días. El próximo martes 28 a las 8:00 de la noche, un día antes, la comunidad de Cenoví hará una vigilia para que a los inculpados se les aplique la condena máxima.
El juicio será conocido por el Tribunal de la Instrucción de San Francisco de Macorís, que preside la jueza Isolina Peralta Contreras. Emely Peguero fue hallada muerta el 31 de agosto del año 2017. Su cuerpo estaba dentro de una maleta en Cayetano Germosén, provincia Espaillat. Durante el proceso de investigación fueron detenidas las domésticas María Balbina Rodríguez Santos y Sugel Miguelina Polo. También Simón Bolívar Ureña Almánzar “El Boli”, quien era empleado de Marlin, y colaboró en el ocultamiento del cadáver de la menor, pero fue puesto en libertad tras cumplir seis meses de prisión preventiva, luego de llegar a un acuerdo de colaboración con el Ministerio Público basado en el “criterio de oportunidad”.
