Santo Domingo, (EFE).- Cinco militares y nueve civiles fueron detenidos este domingo en el marco de una operación desplegada por las autoridades dominicanas contra el tráfico de haitianos por la frontera dominico-haitiana.
Todos fueron detenidos en el marco de la operación «Frontera», puesta en marcha por la Procuraduría Especializada Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas (PETT), conjuntamente con la Fiscalía de Montecristi, en el noroeste dominicano, informó en un comunicado el Ministerio Público.
Entre los arrestados, todos dominicanos, están Eddy Rafael Cordero Villanueva y Osiris Rafael Estévez Fortuna, identificados como cabecillas de esta red, así como los militares José Dolores Hernández Merejildo, Julio César Pujols Montero, Rafael Contreras, Rafael Zabala Peña y Sandro Liranzo Javier.
La red logró introducir en República Dominicana «cientos de inmigrantes haitianos» gracias «a la complicidad de los miembros arrestados del Ejército, que en el desempeño de sus funciones se encontraban habilitados para resguardar y proteger la frontera de nuestro país», indicó en la nota la titular del PETT, Yoanna Bejarán.
En 16 allanamientos realizados este domingo se encontraron 24 haitianos, entre ellos niños y adolescentes, quienes permanecían en los centros de acopio clandestinos utilizados por la estructura criminal para luego ser trasportados por las diferentes rutas establecidas hacia diferentes provincias del país, de acuerdo con la información.
Las autoridades ocuparon a los detenidos documentos, vehículos, armas de fuego, municiones, cargadores para pistolas, dinero en efectivo de diferentes denominaciones (pesos, dólares y gourdes), celulares y computadoras, «entre otros elementos de pruebas útiles y relevantes vinculados al tráfico ilícito de personas», agregó la nota.
La República Dominicana y Haití comparte una frontera de casi 400 kilómetros, donde son frecuentes las denuncias de tráfico de personas y contrabando de armas y animales.
El Gobierno dominicano inició hace justo un año a construir una verja o muro fronterizo con el objetivo de frenar dichos delitos.
