Santiago. Las constantes crecidas del arroyo de Pontezuela han ocasionado que algunas viviendas queden sepultadas en la comunidad Don Pedro.
Las casas quedan debajo de un puente, al que le han destruido sus barandas, lo que pone en riesgo la vida de los conductores que se dirigen hacia diferentes comunidades. La falta de protectores en esta pasarela representa un peligro para quienes se desplazan por esa zona, ubicada al este de Santiago. “Cada vez que llueve y se inunda la carretera, viene el temor de que algún conductor de carro o de motores pueda caer a la cañada y morir ahogado, debido a que el puente queda tapado y no permite visibilidad”, expresa Kelvin Ceballos, residente en la zona. Con los años, la crecida del afluente ha comenzado a arrastrar tierra y ya algunas viviendas han quedado sepultadas. Una de las casas que amenaza con correr la misma suerte, precisamente, es la de Kelvin Ceballo.
