Santiago. El tener que regresar dos meses después y revivir la tragedia en la que vio fallecer a sus vecinos por la fuga de la envasadora Coopegas, causó serios traumas en uno de los sobrevivientes.
Ante los problemas psicológicos mostrados por el adolescente de 14 años, hijo de Alejandrina de León, la familia decidió trasladarlo a la casa de una tía en la comunidad Los Ramos, como manera de que pueda ir olvidando poco a poco la situación vivida.

El menor R.C.L. fue la persona que alertó a sus vecinos sobre las llamas ocasionadas al expandirse el gas en la comunidad Los Acevedo y el residencial El Brisal y que dejó como saldo 10 personas fallecidas.

“Estoy solicitando una ayuda a quien pueda desprenderse de ella, ante la situación que enfrento. No puedo llevar el niño a la casa por la cercanía al hecho donde se produjo la explosión de gas. Ahora mismo necesita el apoyo psicológico”, expresa De León.

Apoyo

La familia reside en una vivienda de madera y zinc que permanece cerrada con candado. Aunque hace varios días que fue dado de alta, el adolescente presenta dificultades para poder caminar, por lo que debe andar en silla de rueda.

La doctora Renata Quintana, de la unidad de quemados Thelma Rosario, dice que tanto el menor como la familia necesitan que les presten la atención requerida.

La niña que sobrevivió fue llevada a Estados Unidos

En el caso de la otra menor que sobrevivió a la tragedia se trata de una niña de un año y nueve meses, hija de Julissa Ortiz quien falleció en un centro privado en los primeros días de la ocurrencia del siniestro el día tres de octubre. La infante fue trasladada a un centro de salud en los Estados Unidos para ser sometida a nuevos procedimientos quirúrgicos.

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