16 de agosto del 2014

El Banco Central (BC) publicó el lunes pasado un análisis sobre las diferencias de ingresos entre los ocupados en los sectores formal e informal,  revelando que los técnicos a nivel medio, los empleados de oficinas, los trabajadores de servicios,&#823

El Banco Central (BC) publicó el lunes pasado un análisis sobre las diferencias de ingresos entre los ocupados en los sectores formal e informal,  revelando que los técnicos a nivel medio, los empleados de oficinas, los trabajadores de servicios, los operarios y artesanos, los operarios y conductores, y los trabajadores no calificados en el sector informal, ganan 21%, 75%, 22%, 25%, 40% y 13% más que los del sector formal, respectivamente.

Muchas personas se han alarmado con la revelación del BC, pues han interpretado que la misma vendría a contradecir el planteamiento de los diferentes gobiernos que ha tenido el país, los partidos políticos, los empresarios (CONEP-ONEC), los líderes sindicales y las iglesias, en el sentido de que uno de los retos más importantes que tiene el país es reducir el elevado nivel de informalidad de nuestra economía.

No hay dudas de que nuestra economía opera con alto nivel de informalidad. El empleo en el sector informal alcanza al 55.7% del total de los ocupados. Pero esta situación no es exclusiva de RD. Cuando se analiza el empleo informal no agrícola en la región, vemos que Bolivia, Colombia, Perú, El Salvador, Ecuador, Paraguay y Nicaragua tienen niveles de informalidad mayores que los nuestros.
Eso no debería hacernos sentir bien, pues la tendencia que se advierte en nuestro caso, a diferencia de la que se verifica en otros países de la región, es preocupante: la informalidad, en vez de bajar, es hoy más elevada que en el 2000.

Luego de la publicación del BC, algunos han planteado que si el sector informal paga más que el formal, deberíamos estimular la informalidad para reducir la pobreza. La evidencia empírica en la región muestra claramente que mayores niveles de pobreza parecen estar asociados a mayores niveles de empleo informal. Los países con menores niveles de pobreza de la región, Chile, Uruguay, Argentina, Brasil y Costa Rica, son precisamente los que muestran menores niveles de empleo informal en la región.

Altos niveles de informalidad están asociados a bajas tasas de asalarización (% de asalariados en el total de ocupados). RD es después de Colombia, el país de la región con la menor tasa de asalarización: apenas el 51.4% de los ocupados en toda la economía recibe un salario.

Para comprender mejor la publicación del BC, debemos estar claro que éste no ha dicho que los salarios pagados en el sector informal son mayores que los salarios pagados en el sector formal. A lo que se ha referido el BC es al ingreso que recibe, en promedio, el ocupado en determinadas categorías en ambos sectores (formal e informal). No olvidemos que mientras en el sector formal el 94% de los ocupados es asalariado, es decir, que recibe un salario por su trabajo, en el sector informal apenas el 20% es asalariado. Dado que el “ingreso” que recibe un trabajador en el sector formal en el 94% de los casos es en forma de salario y por tanto, constituye, un ingreso neto, la comprensión sobre el tema mejoraría si el BC, en una próxima publicación, aclarase si el “ingreso” que recibe el 80% de los ocupados en el sector informal constituye un ingreso neto. Por ejemplo, cuando un chinero responde a los encuestadores del BC sobre su ingreso diario, ¿se está refiriendo al ingreso bruto por ventas o al beneficio o ingreso neto que le genera la operación?

Otro punto que el BC debería aclarar es el total de empleados del sector público. En la encuesta de abril del 2014, el BC establece que son 198,337, pero eso puede deberse a la forma como se construyen las ramas de actividad. En agosto del 2012, la Contraloría registraba 467,974 empleados públicos, excluyendo a los pensionados. Con los datos suministrados por el BC a la OIT, se tiene que en el 2012 el 28.6% de los asalariados en RD son empleados del sector público, por debajo únicamente de Venezuela. El mayor dinamismo en la creación de empleos en los últimos años ha tenido lugar en el sector informal y en el sector formal estatal.

Es cierto que el salario mínimo real apenas aumentó 12.2% entre el 2003 y octubre del 2013, muy por debajo de los aumentos acumulados en la mayoría de los países de la región. En parte eso puede estar reflejando el hecho de que RD es el país con la más baja calidad de la educación primaria de la región.

No olvidemos, por último, que una empresa iguala el costo laboral al valor de la productividad del trabajador. El costo laboral tiene dos componentes: el salario y los sobrecostos laborales (salario de Navidad, bonificación, pago de vacaciones, aportes a pensiones y a seguro familiar de salud, seguro de accidente de trabajo, Infotep, cesantía y preaviso). Estos sobrecostos han sido estimados entre un 55% y 65% del salario, los más altos de la región. Aplican únicamente al sector formal. Los mismos justificarían que el sector formal pague un salario entre 35% y 39% más bajo que el “ingreso” que recibe un ocupado equivalente en el sector informal.

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