Hoy es el Día Internacional de la Mujer, según lo instituyó la ONU en 1975. Visto así superficialmente, parecería una celebración graciosa, una concesión a las mujeres. Pero no fue tan fácil. El 8 de marzo es una simple expresión de lo que ha sido la lucha de las mujeres por sus derechos.Concebido inicialmente como día internacional de la mujer trabajadora, porque su afán se centró por algún tiempo en humanizar las horribles condiciones de explotación a que era sometida, hoy viene a ser un día de reafirmación del papel cada vez más participativo que juega en la sociedad.
En el caso de la mujer dominicana, cada día gana más espacios en la búsqueda de una plena igualdad. En la historia de la construcción de la República y sus instituciones, igual ha jugado su papel en atención a la realidad de cada época.
Todavía las mujeres no alcanzan las mismas oportunidades que los hombres. Pero su presencia es cada vez más creciente a todos los niveles, en todas las fases de los procesos productivos y de crecimiento humano.
El marco constitucional y legal tiene muy bien definidas las bases que han de sustentar el avance de la mujer, pero sólo sus empeños, su desarrollo en todos los planos de la vida, permitirán que desempeñe cualquier rol en la empresa privada o en la dirección del Estado.
Más mujeres en la vida pública y privada. En la política, en los negocios, en la academia, en todo tipo de actividad constructiva de la Nación.
Mujeres empresarias, mujeres congresistas y municipalistas, activistas sindicales y sociales. Mujeres políticas. Hoy dos mujeres aspiran a la Presidencia de la República y otras dos son candidatas a la segunda posición de mando gubernamental.
De modo que en el país, con todo y sus rezagos, se van afirmando los derechos de la mujer. Avanzamos hacia un Estado en que la igualdad de oportunidades no sea una simple palabra, sino una realidad.
Celebremos el Día de la Mujer como un reconocimiento a su lucha por los derechos fundamentales, con una exhortación a las más jóvenes de que sólo la educación las hará verdaderamente libres.
