El presidente de la Asociación Dominicana de Agrimensores, Miguel Valoy, atribuyó a la falta de institucionalidad el hecho de que el gobierno de Danilo Medina no pueda cumplir con la meta de titular 150 mil inmuebles al final de su gestión.“Es penoso que en cuatro años el Gobierno sólo pueda titular algunos 10 o 20 mil títulos. Un problema que debería resolverse en meses; inclusive, se pudiesen titular más de 150 mil propiedades, pero el proceso que vivimos los dominicanos para sacar un título en las actuales circunstancias no nos permite tener un título en el tiempo requerido”.
Asimismo, dijo que la Jurisdicción Inmobiliaria ha colapsado en cuanto al manejo del registro de la propiedad, por lo que abogó por la unificación de esfuerzos entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y los distintos actores que intervienen en el proceso de titulación, a fin de modificar la Ley 108-05 y dotar al país de un nuevo sistema de registro.
Dijo que actualmente los inmuebles que se están registrando carecen de garantía jurídica debido a dificultades con la cartografía catastral estacionaria y al retraso de los procesos.
El presidente del gremio que agrupa a los profesionales de la agrimensura, también denunció el incremento en el cobro de tasas por servicios de hasta en un 200% por parte del Poder Judicial, que según dijo, aumentó el costo de impuestos como la certificación de registro de la propiedad de RD$500 a RD$1,000. “Y además ha anexado una serie de nuevos impuestos disfrazados de tasa por servicio lo que da al traste con la institucionalidad del país”, añadió.
Dijo que el Poder Judicial además de tener un presupuesto limitado para reformar el registro de propiedad, cuyo costo estimó entre US$10 y 30 millones, no tiene la vocación ni la mística para el manejo dinámico del registro de la propiedad, convirtiendo en judiciales procesos técnicos y administrativos.
Retrasos alejan la inversión extranjera
Dijo que República Dominicana es el único país donde el Registro de la Propiedad es regenteado por el Poder Judicial, lo que hace que los procesos sean largos y tediosos, alejando la inversión extranjera. “Hay que ver cómo van abriéndose otros países, como Cuba, Haití, Puerto Rico, captando el turismo inmobiliario, porque la gente se siente más cómoda, invierte rápido”.
