Para evaluar la gestión de muchas figuras en el ejercicio público bastaría con pasar revista a las acciones con las que estas dejan el sello de su impronta cuando actúan como funcionarios de esa maquinaria que es el Estado. Ejemplos de sobra tenemos de aquellos que tras de sí solo dejan cuestionamientos y críticas. Pocos son los que se hacen merecedores, por su accionar positivo, creativo y proactivo del reconocimiento de sus conciudadanos. Ahora que en estos días se cumple el quinto aniversario de Proindustria, he visto en varios espacios de entrevistas a su titular, mi gran amiga Alexandra Izquierdo, exponiendo sobre el camino recorrido durante su gestión, las metas alcanzadas, los objetivos propuestos para el corto y mediano plazos, y cómo se ha impuesto la tarea de superar el reto de conducir positivamente esa institución, en medio de las encrespadas olas que constituye para una figura como ella, que aunque profesional y técnicamente bien preparada, proviene del litoral político, donde a veces hay requerimientos clientelistas que bien podrían opacar cualquier gestión. Según los resultados, ella ha alcanzado cotas positivas y eso nos demuestra que no todo es negativo con los políticos. Felicitaciones a Alexandra.
En lo suyo
Mientras hay quienes no cesan de “enchinchar” para el incremento de la confrontación interna en el PRD, Luis Abinader luce que se está manejando, o más bien preservando, con una estrategia de esquivar ser punta de lanza de las contradicciones, mantener la presencia mediática que le ha dado un adecuado posicionamiento y seguir con su proyección como figura emergente de principalía en el partido blanco. Hace poco disertó en un seminario internacional en Punta Cana sobre el desarrollo de la pasada campaña electoral, mañana sábado será reconocido por la alcaldía de Lawrence y el congreso estatal de Massachusetts y días después estará en un evento para líderes de los cinco continentes en Harvard. De que está en lo suyo no hay dudas…
