Alimentos pro vida

Si bien es cierto que no existen remedios caseros que eliminen esta enfermedad, hay estudios que han demostrado que algunas comidas pueden contribuir a la “lucha rosa”. A continuación, citamos algunos:

Si bien es cierto que no existen remedios caseros que eliminen esta enfermedad, hay estudios que han demostrado que algunas comidas pueden contribuir a la “lucha rosa”. A continuación, citamos algunos:

Arándanos. De acuerdo a los resultados obtenidos por los científicos de City of Hope de Los Ángeles, estas bayas pueden reducir entre un 60 y 70% el desarrollo de esta patología. Esto debido a los fotoquímicos que contienen, los cuales trabajan para detener el crecimiento y la diseminación del cáncer de seno triple negativo, que lleva a un peor diagnóstico que otros tipos de cáncer de mama. La dosis necesaria para lograr estos resultados fue el equivalente a dos tazas diarias.

Tomates. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism afirma que una dieta rica en tomate tiene efectos positivos sobre el nivel de una hormona que podría prevenir este padecimiento. De acuerdo al estudio, ingerir productos a base de tomate aumenta la producción de la adiponectina, que juega un papel clave en la regulación del metabolismo de la grasa y el azúcar, y cuyos niveles influyen directamente en el riesgo del cáncer.

Vino tinto. Según una investigación de la revista FASEB Journal, esta bebida contribuye a la prevención del cáncer de seno. Esto se debe a que contiene resveratrol, el cual puede detener las células que generan esta enfermedad al bloquear el crecimiento y la forma en la que los estrógenos se combinan con el ADN de las mujeres, para extender las células tumorales y convertirlas en malignas.

Brócoli. Varias investigaciones avalan las propiedades saludables de esta planta crucífera, debido a que contiene sulforafano, una sustancia antioxidante que se relaciona con la estimulación de los mecanismos antitumorales naturales del organismo. Por tanto, consumir alrededor de 150 gramos de brócoli permite obtener resultados beneficiosos.

Granada. Poseen ricas cantidades de antioxidantes antiinflamatorios y polifenoles, además de un fotoquímico llamado elagitaninos, que interfiere en la producción de la aromatasa, una enzima que aumenta la producción de hormonas en tejido mamario, explica la doctora Nalini Chilkov, experta en cáncer y medicina saludable.

Aceite de oliva extra virgen. Y una vez más, las bondades del aceite de oliva. Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) muestra que el consumo de aceite de oliva virgen extra reduce la malignidad del cáncer de mama y ralentiza el crecimiento de los tumores.

Nueces. Una investigación desarrollada en la Escuela de Medicina Marshall’s Joan C. Edwards, ha vinculado el consumo habitual de estos frutos secos con la reducción de este tipo de cáncer. Otros estudios anteriores ya habían demostrado que el consumo de nueces vuelve más lento el crecimiento de tumores gracias a su composición rica en ácidos grasos omega-3, fitoesteroles o antioxidantes.

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